En Familias Activas regresamos con nuevas recomendaciones viajeras para toda la familia, confiando y poniendo un punto optimista de cara a los viajes de las próximas temporadas vacacionales de 2021. Queremos inaugurar esta serie de artículos con Formentera, uno de nuestros lugares favoritos de España. Recordemos que esta isla, perteneciente a las Baleares, es la de menor tamaño de todas ellas, y se encuentra situada al sur de la isla de Ibiza. Resulta ser una alternativa perfecta para aquellos que prefieran un marco más tranquilo. A tan solo media hora en ferri, descubriremos un pequeño mundo de playas vírgenes y espectaculares paisajes. Un destino para escapadas en familia o propuestas románticas en pareja. Nosotros solemos ir a Menorca pero de cara a 201 nuestro objetivo es descubrir también Formentera.
Aquí encontraréis información detallada sobre ocho cosas que no podemos dejar pasar en nuestra visita a Formentera. Desde empezar el día en la playa de Ses Illetes, hasta incluso dar un paseo en bici en el que apenas nos encontraremos cuestas pronunciadas. Para los exploradores, la torre de Punta Prima y el núcleo urbano de Sant Francesc Xavier ofrecen al visitante un estimulante maridaje entre cultura y paisaje. Y para los amantes de la naturaleza que mejor que adentrarse en el Parque Natural de Ses Salines, hogar de marismas salobres y aves migratorias.
Otro de los lugares que más atraen de la isla es el mercadillo de la Mola, especialmente indicado para encontrar singulares piezas de arte. Y hablando de singularidades, Formentera esconde un secreto relacionado con Julio Verne, uno de los novelistas más leídos en todo el mundo. En el año 1978, junto al Faro de la Mola, se levantó un monolito en homenaje y gratitud al escritor francés. Pocos conocen el verdadero origen de este monumento, confundiéndose, en muchos casos con leyendas para nada históricas. Verne jamás estuvo en Formentera. Si bien el escritor realizó varios viajes por el Mediterráneo, en ninguna de sus incursiones se acercó a la isla.
“Héctor Servadac”, publicada en 1877, situó a Formentera en el mapa. Aun así, no hay constancia real de su paso por la isla. Al parecer fue el Archiduque Luis Salvador quien dio a conocer Formentera al escritor. El Faro de la Mola, conocido también como “El Faro de Julio Verne”, tampoco se debe confundir, por tanto, con la localización de la novela “El faro del fin del mundo”. Este último lo tenemos que buscar mucho más lejos, en concreto en el faro de San Juan de Salvamento, al sur de Argentina. En este enlace podréis encontrar más información sobre los vestigios de Julio Verne en la isla.
Y hablando de Verne, Formentera puede ser un destino perfecto para contemplar el rayo verde, un fenómeno atmosférico huidizo, que solo se puede ver al amanecer o atardecer en días claros y sin ningún obstáculo en el horizonte. El citado fenómeno, que ocurre después de la puesta de sol o poco antes de la salida, consiste en un punto verde que dura poco menos de un segundo o como mucho dos. Julio Verne quedó fascinado por esta historia, plasmándola en la novela “El rayo verde”, una de sus obras más románticas. Y donde mejor que la isla de Formentera para experimentar esta clase de emociones.
(*) Post en colaboración con Hoteles.com. Todas las opiniones que aquí se recogen son mías.
One Comment
Formentera es ideal para viajar en familia!! No vemos la hora de volver a verla!