“Spider-Man: No way home”, camino hacia la brillantez

Aquellos que sigáis mis artículos en esta web habréis observado la ausencia casi total, durante este año, de las producciones derivadas del universo Marvel. Esta inacción por mi parte, sin ser premeditada, se ha debido al escaso interés que generaban en mí todos los productos que iban llegando. Algo, por otro lado, contradictorio, ya que 2021 se va a cerrar como uno de los más prolíficos de la compañía. De hecho, la plataforma Disney + ha lanzado un buen puñado de series de televisión, las cuales, salvo quizás “Loki”, me han provocado un soberano hastío.

Caso contrario ocurre con “Spider-Man: No way home”, probablemente el título superheroico más esperado de 2021. Y no es para menos, se trata no solo de una de las mejores adaptaciones del personaje al cine, sino también de una película francamente excelente por sí sola. Su director, Jon Watts, cierra su trilogía arácnida con uno de los espectáculos visuales más brillantes de los últimos años. Pero no solo se queda aquí, ya que las implicaciones emocionales de la misma, gracias a un guion astutamente elaborado, hacen callar a las siempre (y cansinas) críticas de ciertos cineastas y espectadores hacia el género.

Resulta gozoso que las dos producciones de este año estrenadas por Sony, véase también la excelente “Cazafantasmas: Más allá”, que ya comentamos en el siguiente enlace, apelen al sentido emocionante que debería estar presente con mayor frecuencia en un cine actual escaso en estos recursos. En “No way home” asistimos a dos escenas que son auténticas lecciones de cómo hacer cine y de cómo este debe empatizar con el espectador por encima de todo.

La cinta contiene un arranque excepcional, justo en el punto donde había acabado la anterior, para después establecer una aventura ribeteada con increíbles escenas de acción que combinan magia, tecnología imposible y universos paralelos. Un auténtico festín subrayado por esa enigmática presencia de Benedict Cumberbatch como el Doctor Strange. Desaparecida la presencia paternal de Tony Stark (Robert Downey Jr.) es el bueno del doctor quien asume en parte esta función, no sin antes hacer volar por los aires toda la realidad que nos rodea. Ambos personajes tienen una dinámica asombrosa, haciendo que esta película funcione a modo de episodio intermedio entre la serie “Wandavisión” y, la película que está por venir, “Doctor Strange in the Multiverse of Madness”.

Desde la primera aventura adolescente de este nuevo ciclo del personaje, hasta este fantástico episodio, mucho ha evolucionado y cambiado la vida de Peter Parker. Y ya nada será lo mismo a partir de las dramáticas consecuencias que surgirán a raíz del punto álgido de la misma. Y, sin desvelar nada de sus notables sorpresas, solo cabe decir que esta película es capaz de reunificar a dos grandes estudios y la capacidad de los mismos a la hora de realizar distintos enfoques sobre esta clase de historias. Más de veinte años nos contemplan, dentro un título que reformula (y une) las variantes narrativas que hemos disfrutado en estas dos décadas.

Si queréis ver su tráiler, lo encontraréis en el siguiente enlace.

Francisco Javier Millán

Read Previous

“La familia Bloom”, aprendizaje y aceptación para volver a volar

Read Next

La aventura de ver cine con los hijos

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información. ACEPTAR

Aviso de cookies