Han pasado 27 años del estreno de Parque Jurásico, aquel film de aventuras, basado en la novela de Michael Crichton, dirigido por Steven Spielberg. En su momento se presentó su cartel sobre un fondo negro con un esqueleto de T-Rex en forma de logo, y un lema que daría la vuelta al mundo: “Una aventura que comenzó hace 65 millones de años”. Este mensaje, más que sugerente, daba el pistoletazo de salida a una campaña de marketing sin precedentes, a la altura de las grandes dimensiones de sus protagonistas. Unos años más tarde llegarían dos secuelas más, y tendríamos que esperar hasta 2015 para disfrutar del reboot/continuación titulado Jurassic World. Esta última se convirtió en otro éxito, generando una nueva saga cuya conclusión, si no cambian las cosas, podremos ver al año que viene.
Amblin y Dreamworks TV, a través de Netflix, se han planteado expandir el universo de esta franquicia, estrenando la serie de animación Jurassic World: Campo Cretácico. Esta nueva propuesta, sin despertar de entrada excesivo entusiasmo, se ha convertido en una de las series juveniles más vistas de la plataforma. Los comentarios, además, son en gran medida positivos, especialmente por la vinculación emocional que establece con la saga cinematográfica. Detrás de la misma se encuentran, en calidad de productores ejecutivos, los mismos cineastas que hicieron posible la magia de las películas originales. El grado de detalle es tal, hasta el punto de ofrecer reminiscencias musicales a los míticos temas compuestos por John Williams.
La serie discurre en paralelo a los acontecimientos narrados en Jurassic World, mostrando otra perspectiva con seis adolescentes elegidos para vivir una experiencia única en las instalaciones de Isla Nublar. Los capítulos están cargados de acción y suspense, y, aunque están orientados a un público infantil, pueden ser disfrutados por igual por todos los seguidores de la saga. En ocasiones, incluso, contiene momentos de tensión que para nada desentonan con lo visto ya en los cines.
Por su parte la animación sigue los derroteros habituales de la pequeña pantalla. En ella se utilizan las técnicas generadas por ordenador, acertando, sobre todo, en el poderoso diseño de las criaturas prehistóricas. La calidad en general es bastante buena, logrando que, en ocasiones, se te pueda olvidar de que estás viendo personajes animados. Es decir, Campo Cretácico rompe en gran medida el límite establecido por esta clase de producciones, gracias a un acabado técnico muy por encima de otras.
Esta serie, cuyo tráiler podéis ver en el siguiente enlace, está compuesta por ocho capítulos de poco más de veinte minutos. Sus responsables han asegurado que todo lo que veamos en ella será canon dentro de la franquicia. Habrá que esperar un poco para comprobar si esta afirmación tiene repercusión en la tercera parte de la nueva trilogía.