“El hijo”: radiografía de una adolescencia rota

El dramaturgo y cineasta francés Florian Zeller estrena El hijo, su última obra cinematográfica. La historia se centra en la vida de Peter, un ocupado hombre de negocios, impecablemente interpretado por el actor Hugh Jackman. Junto a él, completan el reparto Zen McGrath, Vanessa Kirby, Laura Dern y Anthony Hopkins.

Sinopsis

La ajetreada vida de Peter junto a su nueva pareja Emma y su bebé se convierte en un caos cuando su ex esposa Kate reaparece con su hijo adolescente, Nicholas, un chico problemático con el que es difícil comunicarse, por agresivo y distante, y que acaba de abandonar la escuela.

El hijo”, sin ser una secuela al uso, comparte el universo de “El padre”, filme del mismo director, basado en su obra teatral homónima. De hecho, Anthony Hopkins interpreta al mismo personaje, aunque en dos etapas vitales muy diferentes. En esta ocasión, sin embargo, Florian Zeller se sumerge en un drama más convencional, alejándose de aquellas aristas psicológicas, producto de la mente confusa, de su anterior protagonista.

Radiografía de una adolescencia rota

El guion de “El hijo” se fundamenta en los diálogos, a través de los cuales el espectador profundiza en el perfil y la manera de pensar y actuar de los distintos personajes. Si bien, casi toda la película se centra en la figura paternal, en realidad es su hijo quien moldea su vida hasta el punto de alterarla por completo. Nicholas es un adolescente que sufre por dentro, y también por fuera, las consecuencias de la ausencia de un padre. Este último, a su vez, parece haber rehecho su vida con otra pareja con la que aparenta ser feliz. El regreso de Nicholas supondrá un desafío para el nuevo núcleo familiar.

El joven no comprende la sociedad que le rodea. No se siente igual que los demás de su edad, y reacciona con un absentismo escolar recurrente. Asimismo, es incapaz de hacer amigos, al no hallar ningún tipo de vinculación emocional con nadie. En este aspecto, la cinta sugiere que todo su padecer se originó en la ruptura de sus padres. Un divorcio que intentó poner punto final a un amor acabado, pero que en el fondo arrancó una serie de heridas difíciles de sanar.

Por otro lado, este filme ahonda en el sentimiento de fracaso que sienten muchos padres. Este se vive en primera persona y es fruto de una mala gestión de las emociones. A menudo hay personas que se sienten fracasados como padres porque no pueden llegar a hacerlo todo. Los seres humanos que pueblan “El hijo” quieren ser perfectos en un entorno que conspira para no conseguirlo nunca.

El suicidio juvenil como tema de fondo

Florian Zeller también se acerca con gran acierto al llamado suicidio juvenil. Si ya de por sí, manejar un guion acerca del suicidio es complejo, el análisis que plantea el cineasta sobre ello resulta muy interesante. En efecto, su nuevo filme es de los pocos que se han atrevido sobre esta cuestión.

Los expertos empiezan cada vez más a entender cuáles son las razones que conducen a los menores a optar por este camino. Pero, en ocasiones, este tipo de sucesos se tienden a atribuir a posibles accidentes fortuitos sin razón aparente. Por ello existe una información muy confusa a este respecto y con pocos datos científicos contrastables.

El hijo” se confiere en una herramienta perfecta para trabajar sobre estas cuestiones en el aula. No se trata de una película familiar, sino más bien un retrato demoledor sobre las familias rotas.

Aquí en este enlace encontraréis su tráiler.

Francisco Javier Millán

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