Vacaciones en familia en Dinamarca. Visita a Legoland

Tengo dos amigas que este año se van a Copenhague. Llevo días diciendo que les pasaré la ruta del viaje que hice en familia a la capital danesa. Al final he decidido escribir este post para rememorar aquellos días y que quede constancia de ello. Aún no había nacido Valentina. Fuimos en agosto con Jorge que por aquel entonces tenía casi tres años (33 meses para ser exactos). Viajamos porque era la semana de la moda y queríamos visitar algunos de los eventos que con ese motivo allí se organizaban. Con las excusa nos montamos un viaje familiar chulísimo. Dinamarca es un país muy family welcome y children friendly. Valoran mucho la familia y casi todos los lugares están acondicionados para ir con niños.

Fuimos en avión hasta Copenhague. Nuestro recorrido fue: Selandia (Copenhague), Isla de Mon, Fionia (Odense) y Jutlandia (Ribe y Billund). Como veis desde la capital danesa, después de unos días visitándola, cogimos un coche y nos aventuramos hasta Jutlandia para visitar Legoland, el primer parque temático que se hizo de Lego en su pueblo natal Billund. Pero esto os lo cuento en unos minutos.

Copenhague nos encantó y pasamos momentos muy divertidos. Paseamos por la Rhaduspladsen o plaza del ayuntamiento. De esta plaza nace la calle Stroget, la principal arteria comercial de la ciudad con unas tiendas, la verdad, bastante feas y eso que era la semana de la moda. Paseamos por todo el centro, por la plaza Amagertov, el Museo Guiness de los Récords, hasta Kongens Nytorv, una plaza que en invierno se convierte en pista de patinaje. Así llegamos al puerto de Nyhavn.

Nyhavn es un pintoresco canal en el que atracan elegantes veleros. Durante siglos fue un lugar de burdeles pero ahora es uno de los sitios más bonitos de Copenhague. Dicen que en el número 20 se encuentra la casa donde Hans Christian Andersen escribió su primer libro de cuentos. Es la estampa más colorista de la ciudad y está lleno de restaurantes y veleros.

Aprovechamos y cogimos un barco que nos hizo un recorrido por todos los canales de la ciudad, pasando a la zona de Christianshavn, Christiania (la comuna hippy o ciudad libre) y llegando hasta la famosa Sirenita, abarrotada de turistas. Jorge iba muy atento y no perdía detalle. De hecho en el avión le puse por primera vez la película de la Sirenita. Esta representa a un personaje de la cultura popular danesa, la sirena que encantó a un príncipe con su voz y renunció a la inmortalidad para estar con él. Andersen adapto la historia a su cuento en 1837 y luego fue Disney.

La cúpula retorcida de la iglesia de la foto de arriba es la de nuestro salvador o Vor Freisers Kirke (está en Christianshavn). Paseando por el canal vimos las casas de Christianshavn que antes eran almacenes y ahora se han convertido en una zona bastante exclusiva de la ciudad. Por cierto, si algo me encantó de Conpenhague fue su diseño de interiores. Todo, restaurantes, tiendas, museos, cafeterías, está muy cuidado, exceptuando los fast food, claro.

Si hacéis el paseo por el canal veréis también la Ópera y en el centro el llamado Diamante Negro que es la Biblioteca Real. Para ir con niños se hace muy fácil este paseo. También resulta cómodo si vais con niños pequeñitos coger el bus turístico. Jorge se lo pasó tan bien que años después cada vez que ve un autobús rojo en alguna ciudad a la que vamos me pregunta si ha venido desde Dinamarca 😉

Visita obligada si vais con niños es el parque de atracciones Tívoli. Es precioso. Está en medio de la ciudad, de hecho nosotros nos alojamos en un hotel muy pequeño pero muy cercano a él. Se construyó en 1843 para tener entretenido ‘al pueblo’ así no pensaban en política. Vale la pena pasear, es muy romántico, y cenar allí, sobre todo en verano porque se llena de luces. Os recomiendo el ballet chino que hace un espectáculo precioso en la entrada al parque.

También paseamos por los jardines de Rosenborg Slot, antiguo castillo de recreo de la monarquía danesa. Guarda las joyas de la corona y se utiliza para actos oficiales.

De camino al sur fuimos a la Isla de Mon para ver los preciosos acantilados de Mons Klint, donde por cierto nos cayó un chaparrón que aún recuerdo. Para llegar hay que pasar por un gran puente sobre el mar.

Odense, en la isla de Fionia, es la ciudad en la que nació Hans Christian Andersen. Nos alojamos en el hotel de su nombre y ya había piezas de Lego para que jugaran los niños. Aquí recuerdo que hicimos unas compras buenísimas de menaje de hogar. Todo de diseño. Exquisito.

De camino a Jutlandia, la gran isla de Dinamarca, paramos en el puerto de Esbjerg. Queríamos ir a la isla de focas pero perdimos el barco. Así que nos dirigimos a Ribe que es el pueblo más antiguo de Dinamarca y asentamiento vikingo. De hecho hay un Vikingecenter ideal para ir con niños y que conozcan cómo vivían los vikingos.

Y llegamos a Legoland en Billund. Os recomiendo que vayáis con niños más mayores. Creo que a partir de 6 o 7 años es lo ideal ¿Por qué? No hay demasiadas atracciones para niños pequeños (la zona de Lego Duplo). A mi me encantó. Tenéis que alojaros en el hotel Legoland que entra directo al parque y no es barato. Está lleno de espacios de juegos, personajes e incluso una tienda con todos los sets de Lego que podáis imaginar. Las habitaciones son normales, pensaba que estarían más personalizadas con los famosos ladrillos. En todas ellas hay cajas de piezas para montar.

Al entrar al parque nosotros encontramos el área de Star Wars, donde están recreadas las escenas de las películas. Somos muy fan de esta saga, así que imaginaros. Luego veréis la zona de Miniland que es un como un continente en miniatura, todo con ciudades construidas con piezas de Lego. Es increíblemente bonito. En el Lego Safari si pueden montarse los peques y os sorprenderán las jirafas y ñús hechas de pequeñas piezas de Lego.

Paseando encontraréis los monumentos más famosos o maravillas del mundo desde el Partenón de Atenas a Abu Simbel, pasando por el Monte Rushmore, la Estatua de la Libertad, el Capitolio. Hay una zona, la del oeste, muy divertida. Podéis coger una barca de Lego con los peques y navegar por las cuevas de piratas. Las atracciones son muchas y a diferencia de otros parques temáticos no hay colas. Tened en cuenta la temperatura. Es una zona donde suele hacer frío. Para nosotros fue un viaje inolvidable.