¿Te acuerdas de Willy Wonka, personaje de ficción creado por el gran Roald Dahl para su libro Charlie y la fábrica de chocolate? Te proponemos un plan que sorprenderá a los amantes de este producto tan dulce, pero también a aquellos que les gusta recordar y recuperar antiguas tradiciones y disfrutar de un día de campo. Y es que Rutas con corazón es todo esto y mucho más. ¿Quieres descubrirlo con Familias Activas?
Visita una fábrica de chocolate por dentro
Rutas con corazón es un precioso proyecto surgido hace dos años con el objetivo de perpetuar la tradición chocolatera en el pueblo de Miguelañez (Segovia). Para entender su historia, hay que remontarse unos cuantos años atrás.
En 1946 la familia Miguelañez construye la actual Fábrica de Chocolates Herranz. La empresa se mantiene en funcionamiento hasta 1998, año en el que se traslada a Ávila. No será hasta el 2009 cuando María Jesús Fuentes acepta el reto de conservar las instalaciones y la maquinaria originales, que tan importantes fueron para los habitantes de la comarca. Y es, a raíz de ahí, cuando crea Rutas con corazón, para que todo el que quiera pueda conocer de primera mano cómo se hacía el chocolate a la taza o de almendras, los que más fama tienen hasta día de hoy.
Pero esta emprendedora va un paso más allá y desde Rutas con corazón oferta, además, más de una decena de recorridos de senderismo para hacer (ruta de las hoces, de la vía verde, de la resina, de los montes animados…). ¿Quieres conocer las mejores para pasar un día en familia?
Ruta del chocolate
De toda ellas, este es el recorrido más fácil para familias con niños, además de resultar muy atractiva para los peques porque comienza y termina en la antigua Fábrica de Chocolates Herranz. Se visita el pueblo de Miguelañez, para descubrir toda su arquitectura doméstica de piedra a través de su plaza, presidida por una iglesia con muchos elementos y su torre mudéjar, de sus casas, de sus fuentes y de pozos, y se continúa hasta una colina desde la que existen unas preciosas vistas del Mar de Pinares. En el camino, muchas leyendas e infinidad de sorpresas.
Ruta del agua
Destaca también por ser muy accesible y muy divertida para todos. Aquí niños y mayores aprenderán cómo el agua que discurre de manera subterránea por el valle ha hecho posible la vida de muchas especies animales y vegetales de la zona, además de asentamientos de pueblos que han ido aprovechando esa fuerza del agua. Y, como no, al final los que lo deseen podrán ir a visitar la antigua fábrica.
Consejos antes de hacer la ruta
Independientemente del itinerario por el que te decantes, hay una serie de factores a tener en cuenta para que la experiencia sea aún más divertida, satisfactoria y mágica: la duración de las mismas se sitúa entre 2 y 6 de horas; todas la rutas cuentan con monitores especializados que llevan consigo un botiquín de emergencia en caso de necesitarlo; se necesita un mínimo de cinco personas para que se abra un recorrido y, por último, disponen de un servicio especial para grupos y colegios e, incluso, para celebrar una boda. ¿Te animas?
El precio de la entrada a la fábrica está alrededor de 6 euros para los adultos por visita guiada + cata de 2 cacaos y 3 chocolates, y 2 euros más si realiza la gymkana. A los niños se les cobra 4 euros, y 6 euros si participan en el juego. Todos los beneficios van destinados a restaurar esta antigua fábrica de chocolate en Migueláñez (Segovia), un edificio del siglo XIX. A este cifra habría que sumarle el coste por la ruta, que varía en función del grupo de personas y de la duración de la misma.