La producción alemana “Rocca cambia el mundo”, estrenada a principios de diciembre, resulta ser una de las sorpresas más gratificantes del cine familiar para estas fechas navideñas. A través de su protagonista, una niña de once años llamada Rocca, que vive sola en una casa sin la presencia de sus padres, comprobamos como el mundo puede ser un sitio mejor si salimos de nuestra zona de confort e intentamos volar.
Este film, que en cierta medida viene a poner al día muchos de los elementos que veíamos en Pippi Calzaslargas de Astrid Lindgren, nos ayudará a redescubrir que lo más importante que tenemos es la familia, aparte de hablarnos sobre temas actuales como el bullying, las personas sin hogar y el valor de la educación que reciben los más jóvenes.
“Rocca cambia el mundo” fue premiada como Mejor Película Infantil en los Premios del Cine Alemán 2019 –German Film Awards-, considerados los Óscar alemanes, y el premio a Mejor Película en el Festival de Giffoni 2019 (Italia), enfocado en la promoción de películas destinadas a un público infantil y juvenil; además, fue nominada a mejor película en los Premios del Público Joven de la Academia del Cine Europeo 2020 –Young Audience Award– donde quedó en segunda posición.
La historia arranca con una situación sorprendente que viene a definir a la perfección al personaje de Rocca. Su llegada al nuevo colegio provocará todo tipo de sensaciones, algunas de ellas positivas, pero otras no tanto. Su desbordado optimismo no puede sentar igual de bien a todo el mundo. Lo curioso es observar, y posiblemente sea lo mejor de la cinta, como su forma de actuar contradice muchos de los comportamientos actuales tomados como válidos. Rocca, por ejemplo, se sorprende del éxito vacío de muchos youtubers, convirtiéndose ella en tendencia con cosas que realmente merecen la pena.
Esta película explora la idea de convertirse en influencer positivo en una sociedad donde la cultura de la imagen y lo vacuo se ha convertido en moneda corriente. A eso se suma el habitual uso de chats, redes como Tik Tok o YouTube, como medios para difundir juicios negativos y ridiculizar a ciertos compañeros de una misma aula. Resulta también muy interesante una escena en la que Rocca ofrece a sus amigos interactuar en el juego del círculo de las emociones. La joven les pide que entren en su interior según sus estados de ánimo, dentro de una dinámica en la que pueden salir a la luz emociones negativas como la tristeza u otras positivas como el amor.
Sin duda una película extraordinaria para ver en familia y trabajar con ella en los colegios. Si queréis ver el tráiler, lo encontraréis en el siguiente enlace.
