Siempre que pensamos en el pasado, nuestro mente hace un corto recorrido de, quizás, 20 ó 30 años. Aquellos que dejan volar más su imaginación quizás se remontan a otro siglos, pero ¿te imaginas poder trasladarte a la época del Pleistoceno junto con tus hijos para ver cómo era la vida en aquella época, de qué se alimentaban sus habitantes y a qué se dedicaban ? Hay experiencias que no dejarán de sorprendernos, como la que se puede vivir en Palelolítico Vivo, el único parque en Europa con animales vivos de la Prehistoria, ubicado cerca de los Yacimientos de Atapuerca. Bisontes, caballos de Przewalski, distintos animales silvestres como el zorro, el jabalí o el corzo y una gran variedad de aves, pájaros carpinteros, trepadores o rapaces te acomparán por este viaje en el tiempo.
Qué es Paleolítico Vivo
Paleolítico Vivo, situado en Burgos, ofrece una inmersión única en el mundo en la prehistoria a través de la contemplación de paisajes, especies y fauna, que llevarán al visitante a adentrarse en el día a día de nuestros ancestros, realizando sus actividades y aprendiendo sus técnicas de caza y modos de vida. Aquí la prehistoria se acaricia, se huele, se escucha y se vive.
Los objetivos de Paleolítico Vivo son, según nos cuenta Estefanía, responsable de la Fauna de Paleolítico Vivo, dos: insertar en la conciencia de los más pequeños lo importante de la preservación de la vida en la Tierra, algo que adquiere mucha fuerza si lo trabajamos desde niños fomentando la admiración por la naturaleza y aprendiendo a dialogar con ella; y, a nivel general, incentivar la conservación de la naturaleza, las especies amenazadas y su equilibrio con el hombre dentro de la defensa y estudio de los ecosistemas, teniendo en cuenta la relación existente entre el hombre, sus actividades pasadas, presentes y futuras y el medio natural en el que se desenvuelven y al que afectan.
Cómo visitar Paleolítico Vivo
Existen dos modalidades para recorrer este parque: uno es a través de 4 x 4 y, otra, caminando a pie por las instalaciones. La visita en Jeep tiene una duración aproximada de 2 horas y media. Se realiza en todoterrenos de 13 plazas cada uno, tipo safari africano con megafonía, va acompañada por un conductor-guía y se pasa por las distintas localizaciones donde están los animales. En el transcurso del viaje se describe al completo el ecosistema prehistórico, el proyecto y las diferencias entre nuestros antepasados y nosotros. Se visitan las cuatro especies, intentando acercar el vehículo lo más posible a ellas y permitiendo a los visitantes un tiempo para las fotografías. También incluye un paseo por la reserva, una visita al campamento y una zona habilitada para realizar pinturas.
La visita a pie se hace acompañado de un guía, en el que máximo se desplazan 30 visitantes. El recorrido se divide en localizaciones, temáticas y tiempos, que incluyen fauna prehistórica con aproximaciones, campamento prehistórico, pinturas y elaboración, la importancia del agua, recursos del hombre y caza, botánica, geología… El recorrido tiene una distancia de 2,8 km y una duración de 2:30h. La dificultad del mismo es leve. La ventaja de esta visita es la libertad que el visitante tiene para moverse por el bosque y el poder variar el recorrido en función de la ubicación de los animales. El silencio que acompaña a este tipo de excursión es esencial para encontrar fauna silvestre que, por lo general, huye del bullicio y de los sonidos de los motores.
La magia de Paleolítico Vivo está en poder compartir una experiencia única adaptada para todos los miembros de la familia en un medio natural e incomparable donde los padres disfrutarán de la emoción y las inquietudes que el entorno y los animales generan en los niños. Aquí, las sorpresas están garantizadas.