A lo largo de este verano os queremos recomendar algunos destinos de cine. Lugares, ciudades o países que han servido o han inspirado a numerosas películas. Enclaves para visitar en familia que demuestran que el mundo es un gran plató.
Nuestra primera parada la encontraremos en Alemania, y más concretamente en la región de Baviera, al sur del país. El edificio que hoy os invitamos a conocer es uno de los más fotografiados de Europa, con alrededor de 1,4 millones de visitantes anuales. Se trata del Castillo de Neuschawanstein en las afueras del municipio de Füssen.
Esta preciosa residencia la mandó construir Luis II de Baviera, conocido también como “El Rey Loco”, en 1866. En una época en la que las fortalezas ya no tenían esa funcionabilidad estratégica. Nació de la imaginación de un hombre totalmente influido por las novelas de caballerías y los cuentos románticos de origen medieval. El interior, por ejemplo, contiene referencias a leyendas como la de Tristán e Isolda o a personajes históricos como Fernando el Católico. Pero lo que realmente llama la atención es su pomposa arquitectura, mezclando diferentes tendencias con la idea de encontrar un sentido estético al conjunto. Todo ello en un marco incomparable al abrigo de los imponentes Alpes Bávaros.
Si queréis visitarlo es necesario pedir cita, ya que el número de turistas en los meses de verano suele masificar este destino. Para ello tenéis que entrar en el siguiente enlace, donde os explican detalladamente el proceso a seguir.
El castillo, cuyo nombre en alemán quiere decir “la nueva piedra del cisne”, sirvió de decorado natural a la película musical “Chitty Chitty Bang Bang” (1968). Todo un clásico protagonizado por Dick Van Dyke y Sally Ann Howes, adaptado por Roald Dahl del cuento original de Ian Fleming, el mismo creador de James Bond.
El film nació con la vocación de competir con Walt Disney y con su “Mary Poppins”, por lo que la estética recuerda a ésta en muchas de las escenas, incluso las canciones están compuestas por los hermanos Sherman.
La historia gira alrededor de un excéntrico inventor llamado Caractacus Potts (Dick Van Dyke), que convierte un viejo coche de carreras en un vehículo capaz de volar y flotar sobre el agua. En él viajará, junto a su padre, sus hijos y una mujer de la que está enamorado, a un mundo mágico repleto de piratas y castillos. La residencia del malvado Barón Bomburst es precisamente el Castillo de Neuschwanstein.
Y hablando de Walt Disney, este mismo edificio sirvió como inspiración para la realización de “La Bella Durmiente” (1959) y los parques temáticos que hay repartidos por todo el mundo. A partir del estreno de este film sobre la princesa Aurora, la productora del ratón Mickey adoptó el emblema de un castillo como logotipo principal.
Curiosamente el castillo también aparece en “La Loca Historia de las Galaxias” (1987), la parodia que hizo Mel Brooks sobre “Star Wars”, que alcanzó una tremenda popularidad en los años 80. Neuschwanstein es el hogar de la princesa Vespa en el planeta Druídia.
Este enclave sirvió durante la II Guerra Mundial al partido nazi para almacenar obras de arte expoliadas en Francia. El castillo sobrevivió al conflicto de milagro, ya que hubo órdenes expresas desde Berlín de destruirlo antes de que cayera en manos de los aliados. Afortunadamente el oficial al cargo de la demolición se apiadó de este bello lugar.
Y para aquellos que quieran conocer más detalles de la vida del “Rey Loco”, desde una perspectiva más adulta e histórica, os recomendamos “Ludwig” (1972) de Luchino Visconti. Una película que profundiza en Luis II de Baviera, y en su relación con su prima Sissi y el compositor Richard Wagner.