Si hay algo que les gusta a mis hijas, (y creo que a todos los niños del mundo) es estar horas y horas jugando con su pompero. Por desgracia, las pompas que de él salen son pequeñas y es difícil crear formas, por eso quizás todo lo que tiene que ver con este arte les fascina.
Si a esto le unimos que mis hijas son muy fans de Mary Poppins (han visto las dos películas de esta simpática niñera cuatro o cinco veces), el espectáculo que está todos los sábados de diciembre, a las 17.00 horas, en la sala Mirador de Madrid, es perfecta para ellas.
Os hablo de Mari Pompas, una propuesta escénica que debéis ver porque no deja a nadie indiferente. Te divierte, te emociona y te lleva durante unos 50 minutos a su mundo fantástico del que nadie se resiste. Y como si fuera poco, está construído de pompas mágicas que te dibujan una sonrisa, indiferentemente de la edad que tengas.
Mari Pompas o el don de crear pompas
Mari es una antiheroína adorable, bisnieta de la legendaria Mary Poppins. Una adolescente muy peculiar, disparatada, distraída, dulce, testaruda, divertida o como diría ella: ¡superpompilisticamente imperfecta! Aunque ella sabe reírse de sus imperfecciones y siente orgullo por sus talentos, especialmente por su don de crear pompas de jabón.
‘Mari heredó de su bisaabuela la extravagancia, la unión con la fantasía y la magia y la capacidad de provocar risa y buen humor en todos los que la rodean; eso sí, también tiene muchas diferencias con ella: Mary Poppins era muy estricta y Mari es todo lo opuesto, muy muy loca’, explica Patricia Manrique, actriz que da vida a este personaje entrañable.
Hay otras dos cosas, esta vez materiales, que Mari Pompas también ha heredado de la iniguable niñera: el bolso mágico y el paraguas-loro. ‘Este personaje también es un guiño a la historia original de Mary Poppins, porque conecta a Mari directamente con su pasado, con la voz de su bisabuela. Hay que decir que es un poco cascarabias, pero un amigo que la guía y la devuelve a la realidad cuando se pierde en sus fantasías. Tiene con Mari una relación de amor-odio, donde se irritan pero se adoran. Discuten un montón, pero les une un lazo afectivo indestructible’, añade esta intérprete.
Un mensaje contra el bullying
Mari Pompas es un espectáculo para sentir, pero también para reflexionar. La historia nos cuenta cómo Mari intenta resolver los problemas de bullying que tienen sus pompas Bob y Blim, las cuales tienen características diferentes al resto de las pompas, y por ello son rechazadas. ‘En realidad es también su propio problema, ya que ella misma es una “friki”. El tema es tratado de manera sutil, destacando la importancia de descubrir nuestros dones, compartirlos y aprender del talento de los demás. Entender la diversidad como algo que suma y enriquece’, comenta Patricia Manrique.
Este espectáculo te llegará al corazón, te lo aseguro, y después de compartir esta experiencia con Mari Pompas te aseguro que saldrás con una duda de la sala Mirador: ¿Cuál es el secreto para hacer este increíble juego de pompas? ‘El secreto está en tener paciencia y hacerlas con cariño e ilusión. Aunque parezca mentira, las pompas captan nuestro estado de ánimo, si las haces de mal humor… ¡se explotan!’, concluye la actriz protagonista.