Creo que hay pocos padres con niños entre 2 y 7 años que no conozcan la historia de Elmer, un simpático elefante multicolor. Personalmente, recuerdo que descubrimos este título en la biblioteca del barrio cuando Elena, mi hija mayor de ahora de 8 años, tenía poco más de dos añitos, ¡fue amor a primera vista!
Lo primero que captó su atención fue su cuerpo multicolor, y es que pocas veces uno se encuentra con un elefante cuya piel está formada por una amplia gama de colores. Y, después, como no podía ser de otra manera, la trama creada por el autor británico David McKee (editorial Boolino), que ha vendido hasta la fecha más de 8 millones de ejemplares en todo el mundo.
La lectura de este clásico de la literatura infantil permite a los padres enseñarles y transmitirles a los niños valores como el respeto a los demás, sobre todo a aquellos que son diferentes, el valor de la amistad y la solidaridad. Actualmente existen en el mercado una treintena de libros (Elmer y las ballenas, Cuenta con Elmer, Elmer y el tiempo, Elmer y los colores) que versan sobre la historia de este alegre y divertido animal que (, a pesar de que todo el mundo le quiere porque es especial, a él no le gusta ser distinto y por ello se escapa de su casa y se le ocurre una ingeniosa idea para cambiar su aspecto y parecerse a los demás.
Elmer, en versión teatral
Y sobre esta trama principal gira la obra de teatro basada en el cuento de Elmer que se representa en la sala Cuarta Pared de Madrid. Una puesta en escena que, desde el primer momento, tiene a los niños pegados al asiento de su butaca y con los ojos abiertos como platos. ¿La magia? Elmer aparece hecho marioneta-peluche y moviéndose todo el rato, ¡con la locura y la espontaneidad que le caracterizan! Y junto a él, un montón de animales: una jirafa, una tortuga, unos pájaros y, por supuesto, un grupo de elefantes de todos los tamaños, pero de un mismo color, el gris.
Como si de una estrella de la música o de un youtuber con millones de seguidores se tratase, al final de la representación todos los niños que abarrotaban la sala Cuarta Pared se lanzaron al escenario para estar más cerca de Elmer, poder tocarlo o, incluso, hacerse una foto con él.
En casa, como no podía ser de otra manera, el elefante Elmer ha vuelto a recuperar todo el protagonismo, y en la hora del cuento antes de meternos en la cama, ¡siempre contamos su mágia historia y terminamos emocionadas! Y, cómo son las cosas, nunca nos cansamos de escucharla y siempre descubrimos cosas nuevas. Así son los libros, ¡sorprendentes!