A todos los cinéfilos les gusta un buen héroe, alguien a quien admirar, con quien identificarse. Los héroes vencen obstáculos insuperables para salvar el pellejo. Y los mejores héroes, los que perviven mucho después de que sus películas lleguen a la gran pantalla, son, en el fondo, muy humanos. Tienen defectos y miedos y nos podemos identificar con ellos, incluso cuando se convierten en personajes grandiosos.
Buzz Lightyear es un héroe de verdad; de hecho, es el tipo de fenómeno de la gran pantalla que ha inspirado una colección de juguetes de enorme éxito. Es lo que los realizadores imaginaron cuando crearon el personaje para “Toy Story“, el largometraje de 1995 de Pixar Animation Studios. En esa historia, el juguete Buzz Lightyear obtuvo el papel estelar: es el juguete nuevo y codiciado que desbanca al sheriff Woody, un muñeco de cuerda, que acaba convirtiéndose en el juguete favorito de Andy. 21 años después, el director Angus MacLane se hizo la siguiente pregunta: ¿Qué película inspiró a Andy a pedir a sus padres una bonita figura de acción con láseres, habilidades de kárate y alas espaciales aerodinámicas? “‘Lightyear’ es la película que vieron Andy, sus amigos y probablemente gran parte del resto del mundo”, dice el director Angus MacLane que añade: “Quería hacer algo que fuera fiel a esas divertidas películas de gran presupuesto que se ven devorando palomitas de maíz”.
“Lightyear” es una aventura de acción y ciencia ficción que cuenta la verdadera historia sobre los orígenes de Buzz Lightyear, el legendario Space Ranger que, en esta ocasión, va a vivir una auténtica aventura intergaláctica. “Investigué mucho, analizando la naturaleza de los thrillers del género”, dice MacLane. “Sabía que Buzz tendría que enfrentarse a un problema de verdad y me gustó ese elemento de ciencia ficción que significa la dilatación del tiempo. Hay una rica historia de actos heroicos realizados por personajes de todas las épocas: Capitán América, Flash Gordon o Buck Rogers entre otros”.
Más allá de la absurda polémica que ha suscitado la película en redes sociales, por cierta escena en la que dos mujeres expresan su amor frente al protagonista, estamos ante un título no tan redondo como cabría esperar de la excelencia de Pixar. Sus creadores vierten sobre ella todo su amor por el género de ciencia ficción, en especial por la saga de Star Trek, pero por el camino se olvidan de aspectos emocionales fundamentales. De hecho, la primera mitad de la misma, con Buzz intentando una y otra vez solucionar el problema, se encuentra entre lo mejor de la propuesta. Incluso hay reminiscencias en dichas escenas al siempre recordado prólogo de Up, uno de los momentos cumbre en la historia de la productora.
“Lightyear”, al final, resulta ser una insustancial película de aventuras espaciales. Desde el instante que abraza a la acción, extrae todos los vicios negativos presentes en los títulos que reverencia. Hasta las escenas que salían de la imaginación de Andy en las películas de “Toy Story” tenían más encanto. Y no se explica cómo, un producto de estas características, haya pasado el corte para ser estrenado en salas de cine, y, por el contrario, otros más superiores como “Luca” se hayan quedado sin la posibilidad de exhibición pública fuera del ámbito de Disney +.
Aquí en este enlace podéis ver su tráiler.
