“Godzilla versus Kong” se ha convertido en las dos últimas semanas en todo un éxito de taquilla en nuestro país. Es una alegría volver a ver las salas de cine llenas, respetando, eso sí, en todo momento las limitaciones de aforo. Esta superproducción también ha aprovechado el tirón de las vacaciones escolares de Semana Santa.
Godzilla y King Kong, dos de las fuerzas más poderosas de un planeta habitado por todo tipo de aterradoras criaturas, se enfrentan en un espectacular combate que sacude los cimientos de la humanidad. Kong y sus protectores emprenderán un peligroso viaje para encontrar su verdadero hogar. Con ellos está Jia, una joven huérfana con la que el gigante tiene un vínculo único y poderoso. En el camino se cruzan inesperadamente con el de un Godzilla enfurecido que va causando destrucción a su paso por el mundo. El choque épico entre los dos titanes —provocado por fuerzas invisibles— es solo el comienzo del misterio que se esconde en las profundidades del núcleo de la Tierra.
Esta película forma parte de una saga en el que hay otros títulos como “Godzilla” (2011), “Kong: La isla Calavera” (2017) o “Godzilla Rey de los monstruos” (2019)
La primera película titulada “King Kong” se estrenó en 1933 y fue un notable éxito de taquilla convirtiéndose en todo un clásico. Fue producida por RKO. Su historia bebe principalmente de obras literarias de aventuras sobre mundos perdidos, y en especial de la novela “El mundo perdido” (1912) de Sir Arthur Conan Doyle, el padre de Sherlock Holmes, y de “La tierra olvidada por el tiempo”, de Edgar Rice Burroughs, creador de Tarzán. Ambas propuestas nos llevan a selvas plagadas por animales prehistóricos. “El mundo perdido” (1925), con efectos especiales de Willis O’Brien, sería la primera adaptación al cine de este subgénero de aventuras. O’Brien y su equipo, ocho años más tarde, maravillarían a los espectadores con las poderosas imágenes de “King Kong”. En la década de los años 30, recrear todo el universo prehistórico de la isla Calavera supondría un reto a la altura de sus enormes criaturas. Para ello se hizo uso de la técnica stop motion.
Por otro parte, la inspiración de Godzilla se encuentra en uno de los eventos más inefables del siglo XX, los bombardeos atómicos de Hiroshima y Nagasaki que pusieron fin a la II Guerra Mundial en el Pacífico. A partir de estos sucesos, la población japonesa vivió bajo la sombra de la amenaza atómica. Godzilla, una de las referencias más populares de la cultura nipona, vendría ser un enorme dinosaurio mutante. Apareció en pantalla por primera vez en 1954 de la mano de los míticos estudios Tōhō. A partir de entonces esta criatura ha protagonizado más de una treintena de títulos, incluidas algunas producciones estadounidenses con desiguales resultados.
Si queréis ver el tráiler de “Godzilla versus Kong” tan solo tenéis que entrar en el siguiente enlace.
