El gato que buscaba un nombre

Nos encanta descubrir cuentos infantiles en las librerías. En una de nuestras salidas dimos con una auténtica joya titulada El gato que buscaba un nombre, publicada en España por la editorial Akal. No es extraño que nos llamará tanto la atención, ya que su portada es irresistible para todos aquellos que sean amantes de los felinos. En ella aparece un precioso gato con unos ojos grandes color verde limón.

Sinopsis

Un gato callejero se da cuenta de que todos los demás gatos tienen un nombre, salvo él: el gato del zapatero, el que vive en la librería, y hasta incluso el de la cafetería tiene dos nombres. Un día, cuando menos se lo espera, encuentra aquello que en realidad buscaba sin saberlo.

Un cuento premiado en Japón

El gato que buscaba un nombre” fue reconocido como el libro favorito de los libreros para niños en Japón durante el año 2019. Asimismo, recibió el Premio MOE para el mejor álbum ilustrado en ese mismo año.

Sus autoras son Fumiko Takeshita (escritora) y Naoko Machida (ilustradora). La primera es una famosa autora de cuentos para niños en Japón. Desde hace 35 años ha vivido con gatos, los cuales son muy queridos en la cultura japonesa. Sin ir más lejos, ahora tiene cinco: Sango (coral), Marine, Kinako (harina de frijol), Kure (una palabra que inventó para decir: “mitad blanco, mitad negro”), y Koma (preocupado).

Por su parte, Naoko Machida es pintora y artista de álbumes ilustrados. Sus ilustraciones se han ganado a miles y miles de corazones amantes de los gatos. Actualmente convive con dos: Shiraki (madera) y Sakura (flor de cerezo).

La importancia de tener un lugar en el otro

Cada una de las páginas de este cuento transmite una sensibilidad difícil de explicar. El gato callejero, protagonista de la historia, va recorriendo distintos lugares y conociendo a otros gatos. Todos ellos tienen un nombre vinculado con la localización en la que se encuentran. Y todos, en mayor o menor medida, se sienten amados por sus dueños. Y es precisamente esta la moraleja: la importancia de sentirnos reconocidos y amados.

Las ilustraciones de Naoko Machida son pequeñas obras de arte que parecen extraídas de una serie de lienzos. Gracias a ellas los más pequeños acompañarán al protagonista hasta alcanzar su deseo. Y es que la mirada de un gato es capaz de embriagarnos con su curiosidad y nostalgia por partes iguales. Al igual que lo logra Machida a medida que vamos disfrutando sus páginas. Las luces, los colores y las miradas de los animales juegan con los sentimientos.

Este cuento está indicado para niños y niñas a partir de los 3 años. Lo encontrarás pinchando en el siguiente enlace.

Francisco Javier Millán

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