Regresan los irreductibles galos con el álbum nº 39 de sus aventuras. De nuevo, detrás del mismo, los autores Jean-Yves Ferri, en calidad de guionista, y Didier Conrad, en lo que respecta a los dibujos. Ambos están al frente de la continuación de este legado, creado por Albert Uderzo y René Goscinny, desde el año 2011. En esta ocasión, y como suele ser tradicional, tras una aventura en la aldea, tal y como ocurrió en “La hija de Vercingétorix”, de la que os hablamos en el artículo que encontraréis en el siguiente enlace, tocaba ya volver a salir de viaje. Nuestros héroes se adentrarán en tierras lejanas para impedir que los romanos capturen a un fabuloso animal mitológico.
De sobra es sabido que, en la época de Roma, todo lo que estaba más allá de sus fronteras se consideraba desconocido y bárbaro. Es en estos vastos territorios donde habitaban, entre otros muchos pueblos, los llamados sármatas. Al parecer eran nómadas que vivían al norte del mar Negro desde el siglo VII a. C. hasta el VI de nuestra era, más allá de lo que ahora se conoce como Ucrania, entre otros países como Rusia, Mongolia y Kazajistán.
Conrad y Ferri aprovechan al máximo el choque que se produce entre la civilización occidental, aparentemente organizada, y lo que vendrían a ser los antepasados que habitaban las actuales regiones eslavas. Bajo el humor y las distintas peripecias se esconden conexiones muy interesantes con nuestro mundo del siglo XXI. Los romanos, por ejemplo, no comprenden e incluso se burlan de la lengua y cultura de estas gentes bárbaras, hasta el punto de no tener ningún miramiento a la hora de atravesar sus territorios. Si Julio César se ha encaprichado con la idea de tener un grifo para su circo, ese animal, mitad león y mitad águila, habrá que conseguírselo como sea.
Los momentos más hilarantes se producen cuando asistimos al origen de las fake news y los mitos infundados, con romanos negacionistas y terraplanistas que no dudan en sembrar, y en gran medida boicotear, la expedición con bulos continuos. Es más, incluso hay referencias sutiles a los confinamientos que hemos vivido en los últimos años. Y otro de los elementos que cabe destacar es la estructura feminista que domina a la aldea sármata. Son ellas las que salen a galopar y defender sus tierras, mientras ellos se quedan con las tareas domésticas sin ningún problema.
Jean-Yves Ferri reveló, en una entrevista para EuroNews, cuál era su forma de trabajar cuando crea una nueva aventura para estos personajes: “Cuando empiezo a escribir no pienso en Astérix, pienso que tema me gustaría contar y es después cuando empieza realmente el trabajo. Es entonces cuando intentamos ponerlo en la ropa de Astérix. Nos preguntamos: ¿Es una historia para Astérix? ¿Puedo quedarme con esta idea? Si la mantengo, ¿Cómo puedo hacer evolucionar a los personajes?
Sin duda, resultan siempre refrescantes aquellas aventuras de Astérix que llevan a nuestros héroes a conocer otros territorios. No es extraño encontrar a lectores que, siendo niños, conocieron por primera vez las culturas del mundo a través de estos divertidos álbumes. Es por ello, que el lanzamiento de “Astérix, tras las huellas del Grifo”, lo recibamos como un feliz acontecimiento.