Os hablamos de Vaiana en nuestro post sobre estrenos de cine este mes de diciembre. A principios de los años 90 del pasado siglo, los realizadores John Musker y Ron Clements iniciaron la que se conoce como la segunda era dorada de Disney con un título, inicialmente planteado con discreción, pero que logró algunas de las cotas más altas de la compañía en aquella época. “La Sirenita” produjo un efecto de actualización de las viejas fórmulas, adaptadas para una nueva generación de espectadores que, año tras año, esperarían con ansias la llegada de la Navidad, para ver su nueva ración de fantasía y cuento de hadas.
Más de veinticinco años más tarde, con una panorama animado bien diferente al de entonces, esta pareja de creadores nos devuelve a esa magia especial que transmiten este tipo de largometrajes animados; logrando, con grandes méritos, volver a provocarnos el sentimiento de la maravilla en una sala de cine.
Vaiana surge en la mente de Clements y Musker, cuando ambos sienten la necesidad de adentrarse en las tradiciones de la cultura de Polinesia. Su simple nombre nos evoca al exotismo de los confines del Pacifico Sur, un entorno idóneo para la aventura y el descubrimiento. Un lugar en el que el océano ha marcado el ritmo de la vida de sus habitantes desde tiempos ancestrales.
Con el fin de lograr un mayor acercamiento a la cultura y tradiciones de esta región tan lejana y desconocida, sus creadores, animados por John Lasseter, productor de la cinta, viajaron a estos entornos naturales con el fin de empaparse de su espíritu, alejándose por completo de los estereotipos más forzados. El resultado de esta documentación se ve claramente en la pantalla, reproduciendo con gran detalle la vida de estos pueblos y las leyendas que les acompañan. Seres humanos que en un pasado lejano, sintieron la necesidad de descubrir que había más allá de esas aguas infinitas.
La portentosa animación digital recrea a la perfección este ambiente, presentando la rotunda belleza de estos espacios naturales y de los habitantes que los tienen como hogar. Un gran homenaje a los navegantes y al afán aventurero de sus antepasados, siempre con la atenta mirada de unos dioses, presentados como los guardianes de la madre naturaleza. A este respecto, el film contiene hermosísimas escenas, como las que representan las visiones de la protagonista, la reencarnación de su abuela en una manta raya o la aparición de la isla viviente de Te Fiti. Todas ellas crean un auténtico paraíso de imágenes por las que se mueven personajes como el semidiós Maui, desterrado hasta la llegada de la joven heroína a las costas donde vive atrapado.
Vaiana sigue la larga tradición de Disney, su espíritu inquieto nos recordará, y mucho, a Ariel de “La Sirenita”, con retazos de Merida, la hábil arquera de “Brave”, junto con no menos ingredientes de “Frozen”, título estrella de Disney, que ya está sirviendo como punto de referencia en sus nuevas propuestas.
También está presente el concepto del ciclo de la vida que, al igual que en “El rey León”, nos presenta a un padre que desea pasar el testigo a su hija, mientras le muestra en el alto de una montaña, el entorno que les rodea y acoge.
Maui y Vaiana se verán obligados a colaborar juntos en una misión no exenta de grandes peligros. Sus reticencias iniciales darán paso a una magnifica amistad, dejando atrás sus diferencias con el fin de conseguir un objetivo común. La película exalta los valores de la amistad, el trabajo en equipo y la colaboración mutua; eliminando, curiosamente, cualquier atisbo de romanticismo. Vaiana es la primera “princesa Disney” sin intereses amorosos de por medio, consiguiendo una entidad muy diferente a las referencias antes nombradas.
Por su parte Maui se presenta con un diseño fuera de lo normal. Los tatuajes que llenan su cuerpo, creados con animación tradicional, actúan a modo de conciencia, teniendo incluso una personalidad propia muy enriquecedora hacía el personaje.
Todo ello salpicado con unas magníficas canciones, cuyas raíces se hunden claramente en las tradiciones orales de aquellas latitudes. Un conjunto visual y sonoro de primer nivel, que la convierten en uno de los grandes triunfos de Disney de la década. Una película cuyo visionado nos hará vibrar, volviendo a creer en la magia y el poder de los dibujos animados.
A modo de avance os dejamos aquí el enlace con el tema principal de “Vaiana” interpretado en España por María Parrado.
