Quedan poco más de tres meses para el esperado estreno de la nueva película de Star Wars, titulada The Last Jedi. Por ello hoy recordamos una de las localizaciones más fascinantes vistas en el anterior capítulo. El despertar de la Fuerza finalizaba en un escenario agreste, dominado por el mar, en el que se encontraba escondido Luke Skywalker. Muchos espectadores se preguntaron por tan enigmático enclave, sobre todo gracias a su llamativo aspecto, que difería mucho del resto de los paisajes y planetas vistos en la saga.
La isla donde se supone que está el primer templo Jedi, se encuentra concretamente en la costa suroeste de Irlanda, muy cerca del condado de Kerry. Su nombre, Skelling Michael, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, y un lugar donde solo habitan pájaros. Sus paredes acantiladas se yerguen a 218 metros sobre el nivel del mar, y tras subir unos 600 escalones de piedra, se puede llegar a los restos arqueológicos de una antiguo monasterio asceta del siglo VI.
A Skelling Michael se llega en barco, y solamente se puede visitar turísticamente aquellos días de verano en los que el mar está en calma. Mark Hamill recuerda que, al situarse mirando hacía la infinidad del océano en un ambiente típicamente irlandés, lograría darse cuenta de que había regresado a la saga que cambió por completo la vida. En ese preciso instante, Luke Skywalker volvería a resurgir.
Kathleen Kennedy, en colaboración estrecha con la Irish Film Comission, negoció los permisos de rodaje de un lugar extremadamente frágil y protegido. Además, durante su estancia, tuvieron que decir a los lugareños de que estaban rodando un documental sobre las aves marinas. Pero cuando Mark Hamill apareció en Portmagee, muchos empezaron a sospechar sobre lo que se estaban haciendo allí. Uno de los vecinos recuerda: “Ha sido muy duro guardar el secreto. Para nuestro pequeño pueblo ha sido una experiencia extraña y maravillosa el poder ser parte de la historia de Star Wars”.
La isla está considerada como una zona privilegiada para observar la Vía Láctea y las nebulosas, y forma parte del Gold Tier International Dark Sky. A simple vista, y sin ayuda de equipos astronómicos, se puede observar un gran espectáculo galáctico en el firmamento. Que mejor sitio que éste, para rodar un escena de la galaxia muy muy lejana.
Sin duda un pretexto perfecto para visitar Irlanda, uno de los países europeos con mayor riqueza paisajística. No en vano es llamada la Isla Esmeralda, haciendo referencia al intenso color verde de sus campos.
