¡Vivan los profes! Lo que hemos aprendido en Gestionando hijos

Tenemos que agradecer a los maestros el trabajo que hacen. Podría escribiros aquí todas la frases que apunté este fin de semana durante el evento Gestionando hijos que celebró una nueva edición en Barcelona y al que asistí en familia. Fue importante para mi porque estoy en un momento de mi vida, como madre, en el que la educación de mis hijos lo es todo. El día antes de asistir fui invitada al colegio de uno de ellos para vivir una experiencia padres y alumnos. Iba con toda mi ilusión pero no fue una experiencia divertida. Los niños estaban histéricos ante la llegada de los padres. Era una actividad que se hacía en el patio y con agua, imaginad, todos los componentes para una batalla campal y así la viví yo. No me hacían ni caso. Una madre me dijo luego que esto pasa siempre y que a estas actividades hay que ir a disfrutar no a educar. Pero yo solo pensaba en la pobre maestra, que es una profesional excelente y que cada día tiene que lidiar con nuestros hijos. Como decía Carles Capdevila en su magnífica intervención, es una maestra motivada, que acompaña y ama, verbos clave para una docente. “La educación es la solución”, decía Capdevila. Él decidió su vocación gracias a un buen maestro. “Un maestro tiene que querer más a sus alumnos que a su asignatura. Tenemos que agradecer a los maestros el trabajo que hacen. Decirles te quiero, confío en ti”.

Pero la educación empieza en la familia y sigue en las aulas. Y de la familia habló Eva Bach. No pude ver toda su conferencia pero lo que conseguí escuchar me encanto. Anoté frases tales como: “Cuando los padres están bien. Los hijos están bien. En casa de los padres las normas de los padres y en casa de los abuelos las normas de los abuelos. En la familia cada uno en su lugar”, decía Eva Bach. Y nos invitaba a evitar frases que les decimos a nuestros hijos del tipo: “Eres mi vida” “Eres todo para mi”… Son frases fatales para un niño porque lo ponen por delante de todo. La consigna es ocuparnos de nuestra propia felicidad y bienestar, y no poner a nuestros hijos en un pedestal. Cada vez estoy más de acuerdo con este pensamiento.

Carmen Cabestany habló del acoso escolar un problema del que todos participamos. Anoche Valentina lloraba en la bañera y su hermano se burlaba de ella. Rápidamente cortamos sus risas. Frente a la burla tolerancia cero, porque se empieza por la burla y se acaba en el acoso si nosotros, los padres, lo permitimos. Pensad que dos millones de escolares en España sufren acoso, y entre 100 y 200 mil de ellos es un acoso de alta intensidad.

Cuando uno es víctima de acoso escolar acaba con la autoestima por los suelos. Entonces los padres empezamos a decir “este niño o niña es rara, que vaya al psicólogo”. Y eso no es así. A vuestros hijos, si veis que se burlan o molestan a un compañero tenéis que ponerles límites y decirles “no te lo puedo consentir, no le puedes hacer esto a la víctima, porque en un futuro no te lo vas a perdonar”. Con el acosador el trabajo es más intenso, porque muchas veces la pasividad de los padres es lo que les hace así, pero es necesario hacerles poner en el lugar de la víctima para que entiendan el mal que están haciendo. Esto sin tener en cuenta conductas psicopáticas que también las hay y deben tratarse de manera diferente.

Me gustó muchísimo el ejemplo de la balanza que puso Carmen Cabestany. El dado negro, niño acosador, que descompensa la balanza y hace que cada vez más niños neutros se aproximen a él volviéndose cómplices, hasta que el niño acosado o víctima se queda solo. Carmen nos enseñó el ABC del acoso escolar tras leer la emotiva carta de Lola, una niña víctima durante muchos años. Este es el ABC: Actúa inmediatamente, Busca soluciones y Cambia esquemas. Frente al acoso tolerancia cero. Y pensad que es acoso todo aquello que daña a un niño y se le hace repetidamente, decir cada día tonto, gordo o feo es el inicio del acoso. Pensad vosotros si lo hacéis con vuestros hijos para hablar de otros. Todos tenemos una función y el papel de los padres, educadores aquí es decisivo.

Fernando Botella nos recordó que educar es mágico. Capdevila recordaba que al buscar en Google la palabra escolar, lo más frecuente es encontrar el sustantivo ‘fracaso’ asociado a ella. Pero, no debemos perder la visión de que la educación lo es todo y sustenta lo demás. Fernando Botella se acompañó esta vez por el mago experto en educación y magia infantil, Iván Santacruz. ¡Vaya descubrimiento! Nos hizo sonreír y juntos nos transmitieron tres ideas mágicas: Primera, el ¡Wow! Que significa vivir la vida con una mente de aprendiz continuo. Aprender a vivir desde la humildad. Porque humildad no es modestia. Viene del latín humilitas que significa tierra, lo que está por debajo pero lo sustenta todo, la capa más fértil. Se trata de vivir con una mente curiosa. Como padres tenemos que darnos el permiso de dudar para cuestionar el status quo y potenciar la escucha. “La humildad nos ayuda a buscar nuevos caminos cuando las cosas no nos van bien. Y cuando nos van bien nos hace bajar a la realidad, porque la euforia a veces no nos deja ver. Las personas humildes saben entender y se recuperan rápidamente de un error. Cuando pierdes la humildad de lo que no te recuperas nunca es de un éxito”, dijo Fernando y me encantó.

La segunda consigna o idea mágica es el humor. ¿Os habéis encontrado alguna vez a un apático que os cuente una historia apasionante? El sentido del humor nos ayuda a sostenernos. La mayor parte de los entornos donde vivimos, la casa, el trabajo, la escuela, son estados de caos. Fernando Botella nos invita a conectarnos con lo que está ocurriendo y esto es clave para los profesores y los padres en la educación de los niños: “El humor conecta, si me aburro desconecto. Me ayuda a estar concentrado y me ayuda a crear o cocrear en las aulas, en familia, etc”. Decía Fernando que en la vida pasamos de estar ‘jugando’ a estar ‘juzgando’ a nuestros hijos y ahí perdemos también el sentido del humor.

Y la tercera consigna o idea mágica es la haztitud con -h y -z. Tener la actitud para que las cosas pasen, hacerlas. Vivimos atrapados por el propósito. Y somos muchas veces víctimas de las circunstancias. Fernando le llama “Esquezofrenia” y se refiere a la capacidad que tenemos de decir: “Es que…es que…”

Este ponente maravilloso nos invitó a hacer buenas preguntas a nuestros hijos. Huir del ¿Qué has hecho hoy? e ir mejor a ¿Qué pregunta has hecho hoy? Para saber cómo tener conversaciones interesantes con vuestros hijos os animo a escuchar este vídeo de la coach Núria Pérez, yo ya he puesto en práctica sus consejos en cartulinas de colores.

Un día sin risa y sin amor es un día perdido. Dijo el mago mágico Iván Santacruz para concluir y dar paso a Cristina Gutiérrez de La Granja. que habló de la comunicación como gran aliada de la educación. Cristina también habló de la sobreprotección y del arte de hacer preguntas. Lo que más me gustó fueron estas frases que no debéis olvidar decir a vuestros hijos: me gusta escucharte, yo no me rindo ¿y tú? confío en ti, no te permito que me hables así…

Luego Alba Alonso, nos enseñó trucos para educar sin etiquetas. Confieso que etiqueto: niño, niña es lo más básico. Me cuesta darme cuenta porque es parte de mi propia educación. Las mochilas rosas y azul ponen a nuestros hijos en mundos diferentes. Hagamos una mochila sin etiquetas donde cada niño pueda escoger lo que pone dentro. Alba autora del blog The real kiddys nos dio lecciones para construirla. Es una mochila en la que tiene que haber belleza (entendida como su ser interior), valentía, respeto y sentimientos.

Me encantó escuchar a Jaume Centelles y su ponencia sobre ‘Educar a través de la lectura’. La lectura nos permite anticipar lo que pasará y nos invita a relacionar conceptos en la vida, por lo tanto es muy útil desde niños y para los niños.  Nos ayuda a descubrir los elementos culturales y abrir ventanas al arte, a la historia, al cine y a las costumbres. Una de sus frases me va a acompañar cada día: “Menos discutir y más abrazar”.  Tras Centelles habló Jorge Salinas que en “Educar para elegir” nos dio las cinco claves para ayudarles a elegir su profesión. Salinas nos pidió que fuéramos generosos con nuestros hijos dejándoles espacio para que se desarrollen. Y también que seamos asertivos con ellos, esto puede garantizar una relación sana. Me quedo con frases como: “Es mejor quién quieres ser en la vida que no qué quieres ser”, dijo Salinas o decirles “siempre voy a estar a tu lado porque lo más importante es tu felicidad”, qué cierto ¿Verdad?