Hace ya unos días que hemos vuelto, y todavía veo agua cuando cierro los ojos. Nos lo pensamos mucho antes de ir a las Cataratas de Iguazú, pero os prometo que jamás olvidaré este viaje. La inmensidad de la naturaleza te cambia por dentro. Esa energía que crea la fuerza del agua nos coloca en nuestro verdadero lugar, conseguimos sentir, casi en las venas, que nuestra labor como Familias Activas tiene que pasar por procurar la conservación de lugares como estos, puesto que son mucho más importantes y necesarios que nosotros
Consejos para visitar las cataras de Iguazú
Para empezar, tenemos la posibilidad de verlas desde dos lugares: desde Iguazú, Argentina, y desde Foz do Iguaçu, Brasil. La buena noticia es que poodéis hacerlo en ambos lugares en dos días, puesto que las fronteras están a pocos minutos de distancia.
Desde el lado argentino, tenemos la oportunidad de verlas desde varias perspectivas, mientras que desde el brasieño disfrutamos de una panorámica apabullante de las mismas. Yo os aconsejo empezar por el argentino, que es del que os voy a hablar.
Qué hacer en las cataratas de iguazú argentinas
- La gran aventura
Nosotros fuimos por libre, pero sí contratamos esta actividad. Consiste en un paseo inicial en camión por la selva, donde nos nos explican qué vegetación encontramos y qué animales viven en el parque natural.Más tarde,llegamos a un embarcadero. Allí, nos subimos en una lancha, para ver las cataratas desde el río, momento en el que comienza la fascinación. Un sentimiento que culmina cuando ¡Navegamos por debajo de las cataratas! Os recomiendo que llevéis una muda para cambiaros después, incluyendo ropa interior, porque os vais a empapar, pero la experiencia es… diveridísima.Luego, el mismo camión nos espera para llevarnos a la plaza principal del parque.
- Garganta del diablo
La garganta del diablo es la cascada más grande. Para llegar hasta allí, nos subiremos a un tren eléctrico que nos adentrará de nuevo en la selva. Nos bajaremos en la parada de la Garganta del diablo y comenzaremos a andar por el sendero indicado, aunque también contamos con el mapa que nos dan al llegar.Caminaremos e iremos descubriendo en familia un paisaje bellísimo, con un verde que os parecerá recién descubierto y sobre un agua que nos parecerá tranquila, hasta que aparece la música del agua al caer y el espacio se ensancha aún más. Llegamos a un mirador justo al lado del comienzo de La Garganta, junto al resto de cataratas. No existen palabras para describir la intensidad de la caída del agua, cómo sube el agua condensada y se convierte en nube.La energía fue tal que mi pareja y yo improvisamos una ceremonia de renovación de votos junto a los peques.
- Circuito inferior
De nuevo volvemos hacia el tren y este nos lleva a la plaza. Desde allí, podremos tomar el sendero del circuito interior, que, como su nombre nos dice, nos va a llevar a la parte más baja de las cascadas. Durante el trayecto, iremos topándonos con otros nacimientos de agua, acompañados de la espesura de la selva. Es muy probable que también demos con los famosos coatíes, unos animales muy frecuentes que se sienten atraidos por la comida, por lo que si llevas un tentempié mientras caminas o estás en un restaurante, lo mejor es que no los pierdas de vista o te los quitará de las manos. Finalmente, llegaremos al término de la cascada, para ser testigos desde abajo de cómo se transforma en arcoiris.
- Circuito superior
Te recomiendo que sigais este orden, puesto que en este último volveremos a ver parte de lo que ya vimos en la Garganta del Diablo.Al no ser el caminl tan directo, veremos otras cascadas y más vegetación.
Así, si el turismo cultural nos ayuda a entender a la gente, el natural nos lleva a comprender cuál es el lugar del ser humano en la naturaleza. Gracias a “visiones” tan maravillosas como esta, no nos queda más remedio que aceptar que somos meros habitantes de la naturaleza y que, como tales, debemos cuidarla.