Hemos tenido la suerte de viajar a la región de Murcia y conocer todas las opciones que ofrece para el turismo familiar. Tengo que confesaros que Murcia es una gran desconocida para todos, incluso para los propios murcianos y es un lugar que me ha sorprendido gratamente por su alta calidad de vida. Es una zona con buen tiempo todo el año, aguas cálidas y poco profundas, dos mares el Menor y el Mediterráneo, excelente gastronomía, buenos precios, tres rutas de vino certificadas, 22 campos de golf. Es un destino ideal para vuestras vacaciones en familia este verano. Os vais a enamorar. Nosotros hemos pasado allí unos días y aquí os contamos nuestra ruta. Desde cultura hasta deportes náuticos. Y como curiosidad, antes de empezar, deciros que el National Geographic recomienda la reserva marina de Cabo de Palos como el mejor lugar para bucear en Europa. Así que tomad nota.
Os va a encantar tanto si os gusta la acción y estáis deseando practicar kitesurfing, pádel surf, buceo, vela este verano o quizás, si tan solo, necesitéis relajaros al sol mientras los peques se divierten chapoteando en la playa. A la región de Murcia la llaman Costa Cálida y así es. No solo por su clima sino por lo acogedora que resulta. Los murcianos llevan una sonrisa grabada en la cara. Son atentos y serviciales. Aman su región y saben que tienen un tesoro, como los muchos que se han encontrado bajo sus aguas, las mejores para bucear en Europa. Cerca de Cabo de Palos (Islas Hormigas e Isla Grosa) hay algunos históricos navíos hundidos. Pero ahí no quedan solo las curiosidades ¿Sabéis que el inventor del submarino era murciano? Sí, sí, fue Isaac Peral y nació en Cartagena.
Cartagena
Precisamente en Cartagena iniciamos nuestra fabulosa ruta. Se trata de una ciudad con más de 3.000 años de historia. Ofrece al viajero, en cada uno de sus rincones y en cada una de sus calles y plazas, testimonios monumentales de su esplendoroso pasado histórico. El máximo exponente es el Teatro Romano, construido en tiempos del emperador Augusto y actualmente restaurado. Para descubrirla despacito tomamos el ascensor panorámico que nos llevó al mirador desde el que pudimos contemplar toda la ciudad a vista de pájaro. En mis fotos podéis verla en sus 360º, desde el puerto.
Luego bajamos caminando por sus calles hasta el museo del Teatro Romano, un conjunto arquitectónico diseñado por Rafael Moneo, cuyas salas nos transportan al teatro construido por el emperador Augusto en el siglo I a. C. ¿sabíais que no lo descubrieron hasta el año 1990? Este conjunto arquitectónico integra el palacio de Pascual Riquelme, la catedral de Santa María la Vieja y por supuesto el Teatro Romano. Si vais en familia, no perdáis la oportunidad de realizar una visita teatralizada tras visitar la antigua Carthago Nova.
Después de este paseo fuimos a comer al restaurante El Barrio de San Roque. Allí pudimos comprobar que la parte más sabrosa de la Región de Murcia es, sin duda, su gastronomía. Como esta tierra es una encrucijada de culturas, su cocina también lo refleja. Verduras de la huerta, tesoros del mar, platos típicos (como el caldero) y una excelente repostería. El recuerdo que nos llevamos de la región es lo bien que comimos (y a buen precio).
También aquí se cultivan viñas y se elaboran vinos desde los tiempos de los romanos. Blancos, tintos y rosados de las tres Denominaciones de Origen existentes en la región: Bullas, Jumilla y Yecla. Ricos en matices y con gran prestigio entre el público de todo el mundo.
En este viaje nos alojamos en el Hotel La Manga Club. En Murcia hay 22 campos de golf de altísimo nivel diseñados por prestigiosos jugadores. Por ello este es uno de los principales destinos de golf de Europa. Aquí aficionados y profesionales pueden disfrutar de su deporte favorito en cualquier época del año. Además, todos se hallan en un radio de 35 kilómetros cuadrados por lo que los amantes del golf pueden jugar en más de uno en una sola escapada.
Salinas de San Pedro
Por la tarde visitamos las Salinas de San Pedro. Hablar de ellas implica referirnos a la salud. Murcia es una región de salud desde hace siglos. Si queréis cuidaros vais a encontrar establecimientos hoteleros enfocados al wellness que tienen una amplia oferta integral de tratamientos médicos de todo tipo. Desde modernos balnearios, a centros de talasoterapia y spas, sin olvidar el poder de los lodos del Mar Menor.
Todo esto nos lo explicaron en la zona de los arenales y las Salinas de San Pedro del Pinatar que es un humedal de gran importancia por ser lugar de nidificación y descanso para numerosas especies de aves. Lo encontraréis entre los municipios de San Pedro del Pinatar y San Javier y tiene una extensión de 856 hectáreas, entre las que incluye 6 km de costa mediterránea. La diversidad de especies de flora y fauna o la explotación salinera, convierten a este espacio natural protegido en un ejemplo de desarrollo sostenible.
La riqueza biológica de esta zona ha permitido que el ser humano aprovechase sus numerosos recursos desde época inmemorial, especialmente mediante la explotación salinera y pesquera. La alta salinidad, la fuerte insolación y la baja profundidad han hecho de esta zona, al norte del Mar Menor, un lugar ideal para la fabricación de sal desde la época romana. Hoy cuenta con una producción anual que oscila entre 75.000 y 100.000 toneladas de sal marina de excelente calidad.
Lo más bonito es que hagáis un breve recorrido al amanecer o al atardecer, como hicimos nosotros, en las salinas para disfrutar de los colores de las charcas salineras. Podéis hacer un paseo a pie por los senderos señalizados o en bicicleta por el carril-bici, realizando distintas paradas en los paneles interpretativos. Así descubriréis la fauna, flora y los diferentes ambientes naturales que hay en el Parque Regional. Os van a sorprender las diferentes aves acuáticas que habitan el lugar. Este es un espacio natural protegido por su elevada biodiversidad.
Son muy famosos aquí los baños de lodo. Se trata de un barro con gran valor terapéutico famoso por sus propiedades curativas y embellecedoras. Su gran poder de absorción, su acción mineralizante, su capacidad de neutralizar la acidez y su efecto estimulante de la cicatrización hacen que sea muy recomendable en muchos tipos de patologías de piel. Antes de meteros en el lodo os aconsejamos que vayáis al Centro de Visitantes “Las Salinas” donde podréis obtener una amplia información sobre el espacio natural y su entorno.
El acceso a los lodos se hace a través de diferentes pasarelas de madera que se introducen en el agua, algunas mediante rampas y otras mediante escalones. Desde el Paseo “Mota de los Molinos” y cruzando el carril bici, hay distribuidas 5 pasarelas con una zona de solárium de 8 m de ancho por 8 m de largo y 6 escalones de 16 cm de altura para introducirse al agua. Los niños deben ir acompañados siempre por adultos. Os dejamos aquí este pdf con toda la información para preparar vuestra visita a los lodos.
Nos encantó también descubrir en las Salinas flamecos y otras aves. En nuestra visita nos contaron cómo aún perdura en la zona un sistema de pesca tradicional de origen árabe: las encañizadas. Esta técnica consiste en aprovechar los movimientos naturales de los peces entre el Mar Menor y el Mediterráneo para capturarlos, mediante un laberinto de cañas y redes donde los peces quedan atrapados.
Mar Menor
Hablar de la región de Murcia es hacerlo sin duda del Mar Menor. ¿Gran estanque o pequeño mar? El llamado Mar Menor ha sido denominado de diferentes maneras durante la historia para relatar un fenómeno que la naturaleza configuró como una gran laguna litoral de 170 km2 de aguas saladas y cálidas.
Desde tiempos lejanos, la riqueza de sus aguas, la benignidad del clima y la belleza del paraje en su conjunto, atrajeron a diversos pueblos: Íberos y fenicios y, tiempo más tarde, árabes. En época musulmana era conocido como Mar Chico. Esta era zona de paso de piratas procedentes de Argel. Hasta el s. XVIII la zona estuvo ocupada únicamente por pobladores dedicados a la pesca y a la explotación de las salinas. Desde el s. XIX, estos núcleos se transformaron progresivamente en centros de recreo para los habitantes de la huerta, que fijaban su residencia estival junto a la costa, atraídos por las propiedades curativas de las salobres aguas.
Aún hoy el Mar Menor se mantiene fiel a este concepto de estancia residencial caracterizada por el descanso y la tranquilidad. Sus aguas son cálidas y tranquilas, poco profundas, ideales para las primeras lecciones de natación de los más pequeños. Asimismo, su alto grado de salinidad, el más elevado de Europa, las convierte en beneficiosas para la salud de todos.
Estas cálidas aguas, con una profundidad máxima de 7 m, son ideales para la navegación libre o en grupo. Alquilar un velero no es caro. Nosotros lo hicimos durante una mañana con Kalima Charter. Si vais en grupo os resultará aún más económico. Podéis hacer hasta una barbacoa de pescado fresco a bordo y pasar allí el día.
La Estación Náutica del Mar Menor ofrece un conjunto de infraestructuras deportivas óptimas para la práctica de actividades de todo tipo: kitesurfing, pádel surf, vela, windsurf, kitesurf, piragüismo, etc. En definitiva, es el paraíso de los deportes náuticos.
Tras la travesía fuimos a comer arroz de caldero al restaurante El Rubio 360º. Tiene unas vistas espectaculares del Mar Menor. El caldero es un plato de arroz y pescado, de sabor intenso, típico de aquí. Toma su nombre del recipiente en el que se cocina, que es una olla de fundición que empleaban los pescadores. Para realizar el caldo base se emplean varios tipos de pescado, incluyendo la morralla. Se sirven por separado el arroz y el pescado y es uno de los platos más demandados en los restaurantes de la Región de Murcia. El colorcito marrón se consigue haciendo el sofrito con ñoras. Decir que está delicioso es quedarse corta.
La Manga
Tras descansar un poquito en nuestro hotel fuimos a ver atardecer a Cala del Pino, una playa localizada en La Manga del Mar Menor. Siempre había oído hablar de La Manga y no sabía lo que era. Os contaré que se trata de un curioso capricho orográfico que se ha convertido en uno de los símbolos que identifican el litoral murciano. Es, para entendernos, un cordón extendido a lo largo de, aproximadamente, 24 km entre Cabo de Palos y la Punta del Mojón, que pone límites naturales entre la laguna de agua salada, el Mar Menor, y el Mar Mediterráneo.
En su origen, lo que actualmente se conoce como la Manga del Mar Menor fue una bahía abierta al Mediterráneo; en sus extremos, escollos de rocas volcánicas fueron actuando paulatinamente como frenos de arenas y sedimentos arrastrados por las corrientes marinas, hasta conformar una columna arenosa de dunas y vegetación agreste y extensas playas bañadas por estos dos mares, el Mediterráneo y el Menor. La Manga es una estrecha franja de terreno cuya anchura varía entre 200 m y 1 km y medio. Está cortada por canales naturales que mantienen el contacto entre los dos mares. Este espacio, se mantuvo virgen hasta la década de los años sesenta, cuando se produce el “descubrimiento” de La Manga como enclave turístico, experimentando una transformación con la urbanización de la zona y la construcción de infraestructuras a mi modo de ver desmesuradas. Menos mal que esto ya se ha frenado. Lo que me parece bonito de este icono turístico es la posibilidad de bañarte en dos mares y poder ver el sol salir y ponerse a la vez sobre las aguas. Nosotros tuvimos la oportunidad de ver el atardecer en Cala del Pino como os contaba.
Del mar a la montaña
Quizás el mar no os apasiona pero sí la montaña. Debéis saber que la Región de Murcia tiene excelentes rutas para hacer en bicicleta o a caballo con kilómetros de paisajes llenos de contrastes. Nosotros hicimos una ruta desde la montaña para bajar a las más bonitas calas por los senderos de la costa. Si sois ávidas o ávidos jinetes podéis hacerla a caballo pero entraña dificultad. El caballo no es un animal fácil o un juego para principiantes desde mi punto de vista. Quizás podéis empezar por hacer senderismo o cicloturismo cerca del mar. Por cierto, para los amantes de la espeleología hay cuevas turísticas y deportivas. También podéis admirar el paisaje desde el cielo con un paseo en globo.
Las calas que visitamos este día eran paradisíacas y solitarias. Seguro que os hablarán de Calblanque. Es un Parque Regional que ubica en el extremo oriental del litoral, entre Cabo de Palos y Portmán. Es un lugar virgen y agreste. Se puede disfrutar de sus bellos paisajes paseando por la playa y los senderos señalizados, sintiendo el olor y el rumor del mar. Las fotos que veis son de Cala Reona desde la que empieza el sendero de Gran Recorrido (GR-92) hasta la Playa de Calblanque.
Cabo de Palos
Cabo de Palos es conocido por su histórico faro del siglo XIX que ha servido y sirve de escuela para fareros. También por ser un mirador excelente del que se tiene una buena vista general de toda La Manga. Y, cómo no, por ser un lugar famoso entre los buceadores. Os lo contaba al principio. La reserva marina de las Islas Hormigas es una de las más importantes del Mediterráneo gracias a la gran cantidad de barcos hundidos y excelentes condiciones climatológicos durante todo el año para la práctica del submarinismo.
Los bajos del Cabo de Palos son un rosario de cabezas de roca que suben desde 50 metros hasta casi rozar la superficie para formar uno de los ecosistemas de vida marina más generosas de la costa española, además de un inmenso cementerio de barcos que, a lo largo de la historia, han dejado su casco en estas traicioneras puntas de roca. Imaginad allí, en las profundidades, está el Sirio, un vapor de pasajeros italiano que el 4 de agosto de 1906, cuando navegaba hacia Brasil, se hundió. Murieron casi 500 personas. Sus restos reposan esparcidos por las laderas submarinas y junto a él otros buques de todas las épocas que tampoco supieron ver el peligro a tiempo y se encallaron en el Bajo de Fuera, una cabeza de roca que sube amenazante hasta 5 metros de la superficie.
¿Qué os parece la región de Murcia? Opciones para disfrutar en familia, sean cuales sean vuestras preferencias hay: Aventura, deporte, naturaleza, relax… Todo en un lugar único en el mundo, en el que el sol brilla todo el año (3.000 horas a una temperatura media anual de 19ºC, de ahí el nombre de Costa Cálida). Tantos planes por hacer, tantas cosas por descubrir… La Región de Murcia es una gran desconocida así que volveremos para seguir disfrutando de ella.
4 Comments
Me ha encantado! Se nota que lo cuentas con cariño porque lo pasaste estupendamente. Sólo te queda por conocer la capital. Y también te va a sorprender…
Muchas gracias María, espero que tú me acompañes en ese recorrido. Mil besos
Excelente información. Me lo apunto como próximo destino turístico. Gracias
Gracias Maby