Desde que nació mi hija mayor (y años más tarde con la pequeña), su padre y yo lo teníamos claro: teníamos que sumergirlas desde sus primeros años en un segundo idioma. Por ello, desde que apenas contaban con meses, en casa solo se veía (y se ve) la televisión en inglés. Y da lo mismo que se trate de un capítulo de Peppa Pig, de una nueva entrega de Las aventuras de Lady Bug o de un episodio de las Chicas de Oro, ¡el idioma siempre es el de Shakespeare! Como refuerzo a esta política de inmersión lingüística que llevamos en casa, mis hijas van a un colegio bilingüe, acuden a clases particulares de inglés y, este verano, daremos un paso más y vamos a sumergirnos en una experiencia que estoy convencida que cambiará nuestras vidas y, lo mejor, la de nuestras hijas: unas vacaciones familiares en inglés.
Se trata de un paso que llevábamos tiempo pensando en dar, pero que hemos tardado más de lo que nos gustaría porque no encontrábamos el sitio adecuado para ello. ¡Menos mal que el Family Camp de English Summer se ha cruzado en nuestras vidas! Si tú también estás dudando si lanzarte o no, ¡atenta a todo lo que tengo que contarte!
Vive la experiencia Family Camp
Con más de 38 años organizando campamentos para niños, en English Summer, empresa a la que pertenece Family Camp, saben perfectamente qué necesita una familia para pasar unos días inolvidables. “Queremos que los padres puedan ver cómo bailan sus hijos y cómo disfrutan de las actividades preparadas para ello. Pero, además, sabemos que todo adulto tiene un niño en su interior y que si facilitamos un entorno apropiado, los adultos podrán jugar y participar como un niño más y que los niños también puedan ver bailar y jugar con sus papás”.
El “centro de operaciones” de este Family Camp está en Vallclara (Tarragona), una casa señorial totalmente renovada en un pueblo señorial. Esta finca cuenta con habitaciones familiares de 2, 4 ó 6 personas con baño completo. La distribución de las mismas puede ser combinando cama de matrimonio y literas perfectas para familias.
En cuanto a las actividades, existe una amplia oferta adaptada a los gustos y necesidades de los más pequeños, pero también para que toda la familia pueda participar junta: clases de yoga, aquagym en la piscina, mini bingo, karaoke, volleyball, campeonatos de baloncesto, trekking… Y si aún os quedáis con ganas de más, pregunta por las excursiones (visita a la bodega del Priorat, real monasterio de Poblet o museo de la vida rural) y por las actividades deportivas extras (tenis, natación, ping-pong o bádminton).
Y si como a mí, el tema de las comidas te trae de cabeza, ¡en Family Camp no tienes por qué preocuparte de nada! La casa está preparada y concienciada para recibir a niños y/o padres con alguna alergia o intolerancia alimenticia. Además, durante el día se sirven cuatro comidas (desayuno, comida, merienda y cena) tipo self-service, incluido un bufete de ensaladas, vino, gaseosa y el servicio de cafetería.
¿Te apuntas este verano al Family Camp, de English Summer?
