Hoy se celebra el Día contra el bullying. Gracias a la fijación de este día, recordamos que este problema sigue existiendo. Incluso, se ha agravado con el uso de las redes sociales. Estas han multiplicado la la capacidad para difundir las vejaciones. Por otro lado, estas tienen una enorme influencia en la autoestima de los usuarios adolescentes. Cuando la confianza en ti mismo baja, tu vulnerabilidad aumenta. Dicha cuestión puede llevar a los pequeños a una situación de aislamiento o a convertirse en acosadores. Por ello, en Familias Activas recomendamos hacer actividades para trabajar la autoestima, así como para aceptar la diversidad. Una de ellas es la actividad “Bicho raro”, organizada por el Museo Carmen Thyssen de Málaga.
Combatir el bullying con “Bicho raro” en el Museo Carmen Thyssen de Málaga
En primer lugar, queremos precisar que se trata de una actividad pensada para el alumnado de los dos últimos ciclos de primaria. Está diseñada como una actividad escolar, disponible hasta el 8 de junio. Es una idea estupenda para las excursiones del cole, tanto por la temática como por su originalidad. Además, me parece muy interesante esté dedicada a los más pequeños, ya que este es un momento crucial para crea que desarrollar una personalidad fuerte y abierta.
El enfoque de “bicho raro” es muy claro. Fomentar la aceptación de la diferencia a través del pensamiento creativo y el arte. Sabemos que el bullying suele proceder de la reacción ante la diferencia. Cuando un chico o una chica se encuentra en clase con alguien distinto, puede responder de dos maneras: con curiosidad o con violencia. La segunda alternativa suele ser la de quienes se sienten amenazados por dicha divergencia. Por tanto, resulta fundamental que los niños y adolescentes cambien la manera de percibir aquello que no es como ellos esperan.
Por ello, el arte es una herramienta estupenda. Por un lado, se trata de una disciplina que consiste justo en eso: en hacer las cosas de manera distinta. Crear un objeto nuevo implica pensar de forma diferente. La creación en sí misma consiste en ello. Así, por un lado, los peques harán una visita al museo con esta perspectiva: la aceptación de la diferencia para combatir el bullying. Pero también tenemos la opción de incluir en las actividades un taller de creación artística, donde los chicos podrán experimentar con lo que han aprendido, a través de su propio trabajo.
La creación artística es una herramienta perfecta para combatir el bullying
En otros posts, hemos hablado de la utilidad de la literatura y del teatro para luchar contra el acoso escolar. La pintura, la escultura, la papiroflexia son igual de útiles. En primer lugar, les pone en contacto con un tipo de pensamiento al que no suelen estar muy acostumbrados. Cuando son ellos los que crean, son seres activos, que reciben la lección y reproducen lo aprendido.
Por el contrario, tienen que buscar en aquello que los hace únicos. Por tanto, se dan cuenta de que ellos también tienen características que los diferencian de los demás. Y que gracias a ello, son capaces de crear objetos nuevos y bellos, aunque para conseguirlo, también recurren a lo que han aprendido de otras personas. Así, se inicia la toma de conciencia de que la diversidad suma.
Por otra parte, en la actividad “Bicho raro”, el trabajo se hace en medio de la colectividad. Están expuestos al juicio de los compañeros, lo que potencia su seguridad y la aceptación de la crítica constructiva como algo que los mejora y no al revés.
Tener una charla en el colegio una vez al año, no es suficiente. Luchar contra el acoso escolar es una tarea del día a día. Por ello, os animamos a que propongáis estas salidas a los colegios. Del mismo modo, también nosotros podemos planificar escapadas que incluyan actividades que atiendan la diversidad.