Se que muchos de los que me leéis sois tan apasionados de la fotografía y el cine como yo, pues esta exposición que vamos a descubriros os va a encantar. CaixaForum de Barcelona acoge todo este verano y hasta 6 de noviembre una completa retrospectiva sobre el fotógrafo estadounidense Philippe Halsman célebre por sus retratos de famosos, sus 101 portadas de la revista LIFE (la famosa de Marilyn Monroe) y su colaboración con Dalí. Es una manera muy rápida de resumirlo y si os dijera que es una exposición maravillosa aún me quedaría corta.
Philippe Halsman, nació en Riga, Letonia, en 1906 y murío en Nueva York en 1979. Halsman experimentó durante toda su carrera con la fotografía. Siempre insistió en el potencial creativo todavía sin explorar de la imagen y resumía esta opinión citando la respuesta que Serguéi Diáguilev dio a Jean Cocteau cuando este le preguntó qué había que hacer para poder colaborar con él: «¡Sorpréndeme!». De ahí el título de esta exhibición de la Obra Social ‘la Caixa’ junto con el Musée de l’Elysée de Lausana.
Con esta respuesta en mente, ¡Sorpréndeme! Halsman se labró una carrera que se extendió durante más de cuatro décadas, primero en París, y luego en Estados Unidos, y que dejó decenas de imágenes icónicas en el imaginario popular. La exposición que de la que ahora os hablo supone la retrospectiva más completa que se ha realizado nunca del fotógrafo estadounidense y recoge, junto a algunos de sus retratos más célebres e incluso imágenes desconocidas.
¡Sorpréndeme! está formada por más de trescientas obras. Destaca un numeroso grupo de piezas que no se habían expuesto anteriormente —hojas de contacto, pruebas de impresión, fotomontajes originales— y que salen a la luz gracias a la colaboración en este proyecto de la propia familia del artista.
La exposición se divide en cuatro partes: la introducción está dedicada a los años que Halsman pasó en París. Las otras tres partes se corresponden con su periodo estadounidense y cada una de ellas presenta una característica de la obra de Halsman: sus muy celebrados retratos de famosos — especialmente los de Marilyn Monroe—, su interés por las puestas en escena —entre ellas, las colaboraciones con personajes célebres y sus proyectos personales, como su famosa jumpology—, y, por último, el impresionante repertorio de «ideas fotográficas» que desarrolló junto con Salvador Dalí a lo largo de más de tres décadas, entre las que cabe destacar el libro Dalí’s Mustache sobre el bigote del artista.
Son las tres áreas que me gustaron más de la exposición por ejemplo, la de Marilyn Monroe, actriz que fue fotografiada por Halsman en varias ocasiones entre 1949 y 1959. En el otoño de 1949, Halsman viajó a Hollywood enviado por la revista LIFE para fotografiar a ocho jóvenes modelos aspirantes a actrices. El fotógrafo vio enseguida que en Marilyn Monroe había algo especial y su buen ojo se vio confirmado cuando la revista le encargó un artículo sobre ella tres años más tarde. Halsman obtuvo una serie de imágenes emblemáticas de Marilyn, entre ellas la primera portada de la actriz para LIFE, en 1952.
Marilyn Monroe era ya una artista cuando Philippe Halsman la recibió en su estudio, en 1954. El fotógrafo tomó un retrato espontáneo de ella saltando. Pero cuando Halsman le explicó en qué consistía la jumpology, a la actriz le horrorizó la idea de revelar su verdadera personalidad y se negó a repetir el experimento. Pasaron cinco años hasta que accedió a participar de nuevo. Marilyn Monroe saltó más de doscientas veces a lo largo de tres horas hasta que llegó el «salto perfecto», que se convirtió en portada de la revista LIFE.
Y ahora os cuento qué es esto de la jumpology. Philippe Halsman consideraba que el acto de saltar desinhibía a los modelos, a quienes, concentrados en el salto, «se les caía la máscara». En el curso del experimento, Halsman advirtió una enorme variedad de lenguajes corporales e interpretó esa gestualidad como una manifestación del carácter individual, revelado inconscientemente con cada salto. A lo largo de diez años entraron a formar parte del catálogo cientos de figuras influyentes (políticos, magnates de la industria, científicos, etc.), así como artistas y profesionales del mundo del espectáculo (actores, cantantes, bailarines, etc.). La producción de estas fotografías era sencilla y flexible: lo único que necesitaba el fotógrafo era su cámara Rolleiflex y un flash electrónico. ¡Y el único límite era el techo! Fotografió saltando hasta al duque y la duquesa de Windsor en 1956.
Finalmente, me han conmovido las imágenes del bigote de Salvador Dalí. Philippe Halsman creyó que con éste cumplir uno de sus sueños más ambiciosos: crear una obra extraordinariamente excéntric. A lo largo de dos años, con su Rolleiflex 4 × 5 y un flash electrónico, Halsman fotografió varias veces a Dalí jugueteando con su bigote, en distintas poses. Las diferentes escenas combinan la personalidad teatral de Salvador Dalí y la asombrosa inventiva de Halsman. La materialización de las ideas de ambos supuso un auténtico desafío técnico para el fotógrafo y la posproducción fue especialmente laboriosa, pues a menudo era necesario trabajar sobre el negativo o la impresión, o montar varios elementos que luego había que fotografiar de nuevo para obtener un negativo de la imagen compuesta.
Como os decía hasta el 6 de noviembre podéis ir en familia a ver ¡Sorpréndeme! de Philippe Halsman. Hay pases especiales los domingos a las 12 h y el precio para familias es solo de 2 € por persona. También hay visitas comentadas en familia. Tenéis un espacio educativo para los peques así como otro dedicado a las familias donde nos proponen diferentes actividades en torno a las ideas extraídas de la muestra.
Podéis comprar vuestras entradas on line aquí o también en las taquillas del CaixaForum en horario de atención al público (de lunes a domingo de 10 a 20 h. y los miércoles de agosto hasta las 23 h.)