Aquellos que somos padres nos dividimos entre sacar tiempo para nosotros y encontrarlo para disfrutarlo con nuestros hijos, una tarea de lo más complicada con los horarios de trabajo que actualmente existen en la mayoría de las empresas. Quizás, por eso, iniciativas como la del club David Lloyd resultan de lo más atractivas y completas.
David Lloyd es un club con unas instalaciones muy cuidadas y preparadas para la realización de cualquier deporte: amplia sala de musculación con máquinas de última generación, seis pistas de pádel y de tenis, piscina exterior e interior y una extensa variedad de actividades programadas y dirigidas por monitores especializados: spinning, bodycombat, hatha yoga, pilates, baile moderno y funky… Pero David Lloyd es algo más que un gimnasio, es un club familiar donde todos los miembros de la casa pueden encontrar una propuesta dirigida para ellos e, incluso, poder compartirla juntos.
Diversión en familia para todos
¿Qué pensarías si te dijese que en David Lloyd tus hijos pueden desarrollar su vena más creativa con la realización de manualidades, como unicornios hechos con platos de cartón o corazones con dedicatoria para el día del padre? ¿Y si te contase que, además, pueden asistir a una obra de teatro donde interactúan, empatizan y expresan sus emociones? Y es que DLKids, el área infantil de David Lloyd, tiene en su programación iniciativas de lo más variopinto.
A las ya mencionadas, se les une otras con más movimiento como baloncesto, football, multigames o dancing y, por supuesto, las que se llevan a cabo en compañía de los padres, como ciclismo en familia los fines de semana. Todas las actividades están supervisadas por instructores que se adaptan al ritmo de los más pequeños para que, sobre todo, disfruten. Y todo esto lo hacen mientras los padres “aprovechan” para dedicarse algo de tiempo a sí mismos y sabiendo que dejan a sus hijos en buenas manos.
Para los que aún no se desenvuelven por sí mismos y necesitan una atención más personalizada, DLKids dispone de un servicio de guardería con monitores y de una zona de parque de bolas. Esta sala, obligatorio que haya un mayor a cargo de cada niño, dispone de tres ambientes distintos: una mesa con cuatro tabletas con más de 20 juegos de diferentes temáticas a disposición de todos los socios, una área para que aquellos que están aprendiendo a dar sus primeros pasos puedan experimentar con espejos o juegos de psicomotricidad, y una tercera pensada para que, los que se hayan quedado con ganas de más, suban por rampas y se tiren por toboganes.
Y, algo que les gusta a los niños de todas las edades, una piscina climatizada donde, nunca mejor dicho, se sentirán como peces en el agua y en la que dispondrán de distintos instrumentos -tablas, churros, pesas- para hacerse todos los largos que deseen.
Sin duda, una experiencia que merece la pena y de la que padres, hijos e, incluso abuelos, saldrán más que encantados.