Los museos de la capital siempre son una buena opción para el ocio familiar. Da igual que llueva o haga sol, son un refugio donde la diversión y el aprendizaje se aúnan. Y es que, dedicar tiempo a la cultura es, sin duda, una apuesta segura. Solo tenemos que decidir qué disciplina nos apetece más. Desde pinacotecas hasta ciencia pasando por astrología, flora o aviación. Madrid acoge un sinfín de museos cada vez más preparados con actividades interactivas para disfrute de los más pequeños así como con una diversificada programación infantil. ¿Preparados para la emoción y la aventura?
El buque insignia de los museo españoles es, sin duda, el Museo Nacional del Prado, una de las mayores pinacotecas del mundo con infinidad de tesoros custodiados. Pero de él ya nos ocupamos en otra cita. Por ello, si lo que buscamos es acercarnos a la pintura, hoy nuestra apuesta es el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza. Este es uno de los más completos en cuestión de actividades para los más pequeños. De hecho, incluye en su oferta una parte educativa llamada Educathyssen donde nuestros hijos serán los protagonistas. En ella experimentarán con clases como ‘El mercado de los colores’, ‘Experimentos cromáticos’, ‘La pintura es un espejo’ o ‘Arte en 3D’. Atentos a la agenda de la pinacoteca para no quedarnos sin nuestra plaza.
Pero si lo nuestro son las ciencias, se hace obligatorio visitar el Museo Nacional de Ciencias Naturales. Talleres, campamentos urbanos y visitas guiadas tras la pista de un dinosaurio para conocer la vida de algunos animales que existieron son la base de su propuesta. Cuando nosotros fuimos a la cita pudimos disfrutar de una obra de teatro con marionetas para los peques, cuyo protagonista era Dido, un dinosaurio que explicaba de forma muy amena y divertida cómo había sido su existencia.
Y para futuros científicos también es una apuesta segura y original el Museo de Ciencia y Tecnología. Su colección es muy variada con tres zonas diferencias para los niños. Por una parte hay una sala para que experimenten con los cinco sentidos y un lugar para que trabajen en actividades mecánicas, de luz y de comunicación. La oferta se cierra con un espacio para aproximarnos al mundo de la astronomía.
Y como el futuro es ya presente y es una de las actividades extraescolares que más seguidores está teniendo, no podéis perderos The Robot Museum. Con una de las colecciones más importantes de robótica de Europa, ofrece una visita guiada para que nuestros hijos conozcan algunas réplicas de Star Wars o puedan asombrarse con el robot más pequeño del mundo. Y es que, la robótica ha llegado para colonizar nuestras vidas. Más nos vale aliarnos con ella y entenderla.
Clásicos que nunca fallan son el Museo del Ferrocarril y Museo de Aeronáutica y Astronáutica, lo que siempre ha sido el Museo del Aire. Y es que, para los peques los trenos y los aviones son todo un mundo de posibilidades. El primero cuenta con un área de talleres didácticos con juegos para potenciar la creatividad y también permite viajar en un pequeño tren, el Tren del Jardín, que seguro será el colofón perfecto a una tarde de diversión. El segundo cuenta con una zona al aire libre donde todos podremos quedarnos con la boca abierta al ver la colección de aviones de guerra y de rescate del museo. Los valientes podrán entrar en una cabina para simular su vuelo de aventuras.
Y para terminar toca un poco de naturaleza. Para ello nos acercamos al Real Jardín Botánico para pasear tranquilamente entre los colores y olores de sus flores y descubrir de donde vienen muchas de las cosas que comemos. Sí, como lo lees, la planta de los garbanzos os está esperando.