El cine de superhéroes está de vuelta en los cines con Spider-Man Homecoming. Este personaje, que ya ha tenido numerosas revisiones en los últimos años, se presenta en su versión más adolescente. En esta ocasión el atractivo más importante reside en estar integrado en el llamado universo compartido de Marvel Studios. Todo ello gracias a la colaboración entre Sony, actual propietaria de los derechos, y Disney. De esta manera se logra una integración mayor con el resto de las situaciones de los Vengadores, especialmente en su relación con Tony Stark (Iron Man).

La presencia de Tom Holland, de 21 años de edad, hace que Spidey tenga un rejuvenecimiento importante hacia la pubertad. Es por ello que esta nueva aventura tiene elementos propios del cine de instituto. En ella hay mucha comedia, con momentos divertidos que harán las delicias del público más joven, y de todos aquellos que lo fueron en algún momento. Holland dota al héroe de un gran carisma, tanto en el rol de Peter Parker como en el de su otra identidad. Un estudiante que irá descubriendo sus verdaderos poderes, junto a sus también limitaciones.
En sus anteriores versiones Andrew Garfield era un estupendo Spider-Man, mientras Tobey Maguire ofrecía un delirante Peter Parker en su vida cotidiana. Holland consigue una interpretación más equilibrada, tendiendo un puente más conciliador hacía todos aquellos seguidores que no estuvieron de acuerdo con aquellas propuestas. Aunque probablemente algunos espectadores evidencien cierto cansancio ante tantos relanzamientos excesivamente pegados en el tiempo. Sony hasta este momento ha estado probando opciones en base al típico ensayo-error, siendo esta vez la que más se acerca al espíritu que muchos buscan.

En este punto Robert Downey Jr. actuará a modo de mentor, haciendo que cada una de sus apariciones se convierta en un proceso positivo, fruto de la admiración, casi paternalista, que le confiere al joven. Tony Stark ofrece un perfil ligeramente diferente a lo ofrecido en otras películas de la serie. Todo ello sin perder la personalidad que tan bien ha evolucionado con el paso de los años.
Michael Keaton, actor que vive una segunda edad de oro tras Birdman, convierte al Buitre en un villano mezquino con unas motivaciones no excesivamente claras. La acción arranca con él durante las tareas de desescombro posteriores a la batalla de Nueva York, vista en Los Vengadores. De esta manera se establecen otras realidades paralelas secundarias que dan lugar a futuras películas. En el universo Marvel todos sufren las consecuencias, más allá de las peripecias y grandes logros de los principales protagonistas.

La cinta contiene una trama de descubrimiento, consiguiendo que, por una vez, no se trate de la típica historia de orígenes. A este respecto no veremos la archiconocida picadura de la araña radiactiva, ya que de sobra conocemos sus efectos sobre el cuerpo de Peter. Es una película que va mucho más al grano, que entretiene gracias a su dinámico guion, y eso que prácticamente en el fondo no ofrece nada nuevo que hayamos visto ya.
Aquí tenéis su tráiler.