Charlie y la fábrica de chocolate, James y el melocotón gigante, El gran gigante bonachón o El dedo mágico son algunos de los libros del novelista británico Roald Dahl. Pero si hay uno que marcó mi infancia y se ha colado en la cabecita y en el corazoncito de mi hija Elena (7 años), ese es Matilda, la historia de una niña traviesa, divertida y amante de todo tipo de literatura que posee extraños y maravillosos poderes. ¿Qué tiene este título que se publicó hace 30 años (en 1988) y que sigue conquistando a las nuevas generaciones (más de 200 millones de ejemplares vendidos en todo el mundo)? Para dar respuesta a esta pregunta, en esta ocasión he contado con la ayuda de una colaboradora muy especial, mi pequeña, y es que quién mejor que ella que ha visto la película y se ha leído poco a poco el libro este verano para dar con la receta del éxito de Matilda (Penguim Ramdom House, Colección Alfaguara).
Entiendo el éxito de Matilda
- ¿Quién no ha tenido alguna vez en su trayectoria como estudiante una profesora estricta y severa como la señorita Trunchbull? Es cierto que Roald Dahl lleva al extremo la personalidad de este personaje, pero en todos los colegios e institutos siempre hay una maestra temible. Por suerte y, para alegría de muchos niños, también existen en el mundo de la educación muchas señoritas Honey, profesoras amables y sensibles que adoran su trabajo y que tienen ganas de transmitirles a sus alumnos todos lo que saben.
- Matilda es la compañera de colegio que todos queremos tener porque lo que le ocurre a ella se podía extrapolar al resto de niños del planeta. Y, algo que ha maravillado a Elena que está trabajando el tema de la lectura este curso, ¡le gusta leer! Con tan solo 5 años, Matilda se había leído 16 títulos imprescindibles que, nosotros, ya hemos apuntado en nuestra lista de pendientes: Oliver Twist, El hombre invisible, Las uvas de la ira, Rebelión en la granja, El viejo y el mar, Orgullo y Prejuicio…
- Tiene una personalidad que cautiva. A pesar de su dura y cruel infancia, con unos padres que la ignoran y unos compañeros que la desprecian, Matilda es independiente, valiente, luchadora, idealista, ingenua, justa. No pretende demostrar nada a nadie, no le importa lo que piensen los demás, tan solo actúa bajo el criterio de lo que ella considera justo; además, para ella solo existen las personas y no entiende de mejor ni de peor según el sexo, el físico o las apariencias.
- Y, lo más atractivo para Elena, “mamá, Matilda tiene poderes” (aunque no es la única con un don especial en este cuento). Gracias a la telequinesia, Matilda se librará de la malvada señorita Trunchbull para siempre.
Todas estas razones hacen que Matilda sea un libro universal que pueden leer niños y mayores desde Rusia hasta Jamaica y desde Islandia hasta Argentina, pero sobre todo hace que sea un título obligatorio por los valores que transmiten cada una de sus líneas y el mensaje, que muy bien explica Tessa Dahl, hija de Roald Dahl: “Mi padre creía que todos los niños poseen una brasa, pero alguien debe encender el fuego. Y una vez encendido, es de vital importancia que se mantenga vivo y no se apague nunca”. ¡Gracias Roald Dahl por esta joya!
One Comment
Me encanta Matilda.. desde q era adolescente y ahora que soy madre se lo leo a mis pekes.
Grande Matildaaa!.. Felicidades!