Todos buscamos la felicidad, como si estuviera en un rincón secreto. Como si fuera un traje de alta costura escondido en una cueva secreta. Pero la felicidad no es una prenda de vestir, ni un tesoro, ni nada que empiece y termine en sí mismo. La felicidad es la consecuencia de haber vivido un experiencia placentera o haber recibido una buena noticia. Por esta razón, la felicidad es inseparable de la vida, entendida esta como un tiempo lleno de experiencias y contrastes. No como una sucesión de rutinas. En este sentido, podemos decir aquello de “lo malo viene solo”, lo bueno hay que buscarlo. La curiosidad es la puerta de la felicidad, pero ¿cómo sembramos la semilla de la curiosidad en los niños? Las Familias Activas tenemos ventaja en eso.
Hijos curiosos, hijos felices
Jean Paul Sartre decía que la felicidad no era hacer lo que uno quería sino amar lo que uno hace. Esto es fundamental. Si preguntas a un niño por qué pasa tantas horas delante de la televisión, te va a responder “porque quiero”. La respuesta será la misma si le preguntas por la videoconsola o el teléfono móvil. Pero la verdad es que en muchas ocasiones, ese “porque quiero” esconde un “porque es la única alternativa que conozco”. En consecuencia, el sentimiento que esperan es algo similar a la apatía, un “pasar el rato” que poco tiene que ver con la felicidad, incluso cuando esos mismos dispositivos pueden convertirse en una puerta a la alegría
Las redes sociales, una puerta al mundo
Por norma general, los peques usan Youtube para ver los vídeos de las canciones que escuchan en la radio o en cadenas de televisión musical. De esta forma, escuchan una y otra vez las mismas canciones, aunque por diferentes vías. Sin embargo, Youtube es una herramienta para descubrir contenido diferente al que se emite en medios generalistas. Así, si le gusta la canción “La Perla” de Juanes, pueden navegar hasta descubrir el vallenato tradicional, sus orígenes, así como otras manifestaciones del mismo. Pueden hacerse fans de grupos que no han puesto un pie en nuestro país. Sucede lo mismo con las redes sociales. Pueden utilizarlas para relacionarse con sus amigos del cole y del instituto, o para descubrir nuevas ideas, puntos de vista diferentes que enriquezcan su imaginario. Incluso, pueden estar más en sintonía con un grupo de personas que no conocen de nada que con sus compañeros de cole.
Para fomentar estos descubrimientos, predica con el ejemplo y muéstrale con entusiasmo tus descubrimientos. La curiosidad también se educa y la imitación desempeña un papel importante en sus primeros pasos hacia la maduración.
Talleres y actividades en familia
Una vez que van explorando por la vía de internet, lo mejor es que lleven a la práctica sus aficiones. Que te entusiasme algo, no significa que sepas hacerlo, ¿pero y si les gusta? Nada mejor que probar de manera práctica. Si son tímidos o les cuesta tomar la iniciativa, podéis optar por talleres en familia. Tendrá una mayor seguridad y el simple hecho de estar todos juntos será ya una fuente de de felicidad.
No obstante, lo ideal es facilitar que allí se relacione con niños y niñas de su edad. Que hagan amigos con quien compartir su nueva afición
Viajar o explorar la ciudad siempre
Las Familias Activas somos muy fans de los viajes, justamente por eso. Porque descubrimos paisajes y costumbres nuevas y esos descubrimientos generan esa especia de adicción que hemos llamado curiosidad. Pero es cierto que, a veces, no tenes tiempo o la economía no te lo permite ¿Te has parado a pensar la cantidad de rincones que hay en tu ciudad o en la provincia que no conoces?
Aprovechad y visitadlas. Así, también pondréis en valor lo que tenéis cerca. Es bastante habitual sentir frustración cuando no puedes salir de la zona, porque piensan que lo mejor y lo más divertido está lejos. Seguro que tenéis cosas preciosas por descubrir que están muy cerca
La curiosidad es la llave de la libertad. La curiosidad te lleva a interesarte y a aficionarte por cosas que no tienes a la mano. Te regala más alternativas. Te abre puertas para amar lo que haces y cierra la del conformismo. Por eso, os animamos a la cultivéis y familia. Los pequeños y los mayores. Todos ganamos con ella.