Hoy ponemos rumbo al interior de la Comunidad Valenciana, en concreto, a la zona del La Vall D’uixó, en Castellón, para visitar las Cuevas de Sant Josep, un lugar muy especial como lo es también toda la comarca.
Viaje al centro de la Tierra
Empiezo contándote un detalle que, sin lugar a dudas, impresiona a todos los que visitamos este monumento natural: ¿sabías que se trata de uno de los ríos subterráneos navegables más largos de Europa? Por ahora están abiertos al público poco más de 1.000 metros, que se recorren en barquita y a pie, y donde se pueden descubrir un sinfin de estalactitas (crecen en el suelo) y estalagmitas (aparecen en el techo), así como pinturas y grabados prehistóricos en la entrada de las mismas mientras solo se escucha el sonido del agua. ¡Impresionante!
Un guía te acompañará por este recorrido de unos 50 minutos de duración y te irá explicando algunas de las curiosidades de esta joya natural de la naturaleza que a los mayores nos hace darnos cuenta de la importancia del paso del tiempo y a los pequeños admirar un espacio único que no sale en ningún videojuego ni serie de televisión. Además, durante el paseo hay sorpresas que te dejarán con los ojos y la boca abiertos, pero tampoco es plan de hacer spoiler, ¿verdad?
Varias son las recomendaciones que te hago antes de poner un pie en las Cuevas de Sant Josep: llévate calzado que no resbale, no te olvides de una camiseta de manga larga o jersey (dentro la temperatura es más baja) y cuidado con las cabezas, a no ser que quieras lucir un chichón como recuerdo a esta visita. Por último, compra tu entrada con antelación vía online, porque son limitadas cada día.
Recorrido turístico por la Vall D’Uxió
Y ya que estamos por esta zona de Castellón, sigamos descubriendo rincones especiales. Sobre la colina de las cuevas se encuentra la ermita barroca de la Sagrada Familia, que data del siglo XVII, y que destaca por la decoración de su cúpula. Junta ella es recomendable observar las restos visitables de un poblado íbero que va del siglo VI a. C al IV d.C.
Y en este entorno, no puedes dejar de fotografiar también el acueducto de San José, que transportaba el agua de las cuevas al pueblo, o el acueducto de Alcudia, de origen medieval y compuesto por un arco de medio punto y dos molinos de harina.
Entrando ya en el casco histórico y dejando atrás la ermita del Roser (pequeña capilla construída según los expertos sobre una mezquita), nos topamos con la torre de Benigafull, un conjunto de restos arqueológicos que ha dado lugar al escudo municipal.
Cruzando la plaza del Ángel y la del Centro, llegamos a la de la Asunción. Allí, además de ubicarse la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción (vale la pena subirse al campanario para ver de cerca sus siete campanas y deleitarse con las maravillosas vistas de la sierra y el mar) se encuentra la torre de Benizahat, único resto visible de las antiguas alquerías que conforman el casco histórico. Por último, te aconsejo que te encamines a la plaza de Sant Vicent para visitar la ermita de San Vicente Ferrer, en honor al dominico valenciano.