El Bosque Encantado es un jardín botánico lleno de encanto. Se encuentra en San Martín de Valdeiglesias (Madrid) y es muy fácil llegar. Llevábamos tiempo queriendo visitarlo, así que aprovechando que aún el tiempo acompañaba y que anochecía medianamente tarde fuimos a pasar el día un poco con la expectativa de qué podíamos encontrarnos, y la verdad es que cumplió todas e, incluso, las superó. Es un espacio no muy grande, fácil de recorrer, pero tiene tantas cosas que ver que las dos horas recomendadas se te hacen cortas si quieres disfrutar de cada rincón.
El Bosque Encantado es un lugar lleno de fantasía donde los arbustos han cobrado vida y se han transformado en mágicas esculturas. Nada más entrar, el personal de allí te ofrece un plano con todas las rutas que puedes hacer para ver los diferentes mundos: habitantes del bosque, cactus, animales de la jungla, de la prehistoria, aves, personajes de los cuentos, de la mitología, zona de los inventos, de las artes, etc., y muchos más. Además, dentro del recinto existen unos rincones mágicos que merece la pena ver: la charca de los delfines, el rincón de los enamorados, el mirador del pueblo, etc.
Durante el recorrido, los niños (y los adultos) no parábamos de sorprendernos de lo conseguidas que estaban las esculturas. Mi hija estuvo encantada con todas las relacionadas con los duendes y casitas de ninfas, eran pequeñitas y muy bonitas y se encontraban en cualquier lugar del recorrido, como si estuvieran protegiéndonos para que pudiéramos disfrutar sin sobresaltos de la naturaleza.
Después, cuando pasamos por la ruta de la prehistoria, mi otra hija se emocionó al ver los dinosaurios. Estaban muy logrados y pudo identificar fácilmente cada uno de ellos. Al lado pudimos apreciar también a los animales salvajes de la jungla. Y muy cerquita, los animales de la granja y de aves de todo tipo y… ¡el rincón de los enamorados, donde las parejas se sientan a hacerse una foto!
El mundo de los cuentos hecho árbol
Pero en el lugar que más disfrutaron los niños fue en la ruta de los cuentos. Pasaban de uno a otro adivinando de qué cuento se trataba: Blancanieves, Peter Pan, Caperucita Roja, etc. Junto a ellos se colocaba un gran dragón y el monstruo del lago Ness. Vimos muchas esculturas de diferentes motivos: trenes, motos, caballos, patos, ciervos, monos, caballeros, barcos piratas, cisnes, duendes, pavos reales, jardineros, delfines e, incluso, a don Quijote y a Sancho Panza, etc.
En el Bosque Encantado podrás encontrar también una gran variedad de bonsáis, cactus y plantas aromáticas, además, de un arroyo que cruza el bosque impregnando de mayor tranquilidad el entorno por el que se pasea. Y si esto no es suficiente, puedes atreverte a entrar en su laberinto y pasar un buen rato consiguiendo llegar al centro y después encontrando la salida.
Merece la pena perderse un día entero en este entorno tan bonito. Para que puedas hacerlo sin estar pendiente del reloj ni de los horarios, en el Bosque Encantado hay merenderos y columpios para descansar tranquilamente, comer y continuar con la maravillosa visita o recorrerlo otra vez todo entero.