La Biblioteca Nacional de España, situada en la Plaza de Colón de la capital, es uno de los lugares por el que muchos madrileños y turistas pasamos infinidad de ocasiones, pero que quizás por las prisas no le prestamos la atención que se merece. Hasta que un día la familia al completo decidimos subir la escalinata que conduce a su puerta principal para descubrir la belleza que encerraba dentro. No sé qué esperaba encontrarme en mi visita a la Biblioteca Nacional de España, pero lo que vi y lo que escuché me encantó.
No penséis que la Biblioteca Nacional queda solo para el estudio, consulta e investigación de grandes personas. Cualquier amante de los libros puede sentarse en las mesas de la sala general y dejarse envolver por la lectura de su título favorito. En dicha sala se dan cita investigadores, pero también estudiantes, opositores o simples lectores que no renuncian a su hábito de leer una hora al día, ya sea con veinte, cuarenta o cien años, porque esta aficción y esta actividad está recomendada para edades entre los 0 y los 100 años.
El “Paseo de la Fama” de la Biblioteca Nacional
La Biblioteca Nacional de España tiene como misión conservar ejemplares de todos los libros publicados en España: los de las grandes y las pequeñas editoriales. Además, cuenta con una valiosísima colección de incunables, manuscritos, estampas, dibujos, fotografías, grabaciones sonoras, partituras y postales (como las que se escribían en francés el rey Alfonso XIII y Victoria Eugenia de Battenberg)… Pero este majestuoso edificio encierra muchos más secretos e historias.
¿Sabíais que a los autores ganadores del Premio Cervante se les regala un retrato de sí mismos? Ellos pueden elegir a su retratista, pero hay una condición, que su cuadro cuelgue en una de las salas de la Biblioteca Nacional de España. Yo no me imaginaría más honor, aparte de recibir el Premio Cervantes como escritor, que mi retrato quede expuesto en este maravilloso lugar donde cualquier lector pueda verme. No creo que exista mejor salón de la fama en el mundo de las letras.
El protocolo de los libros
¿Cómo creéis que se ordenan los libros en la Biblioteca Nacional de España? ¿Por tamaño, por materia, por año o por autor? Por tamaño, porque si se retira uno pequeño de la estantería y hay otro más grande a su lado, el segundo, al no estar apoyado en el primero, puede caerse y dañar al ejemplar sobre el que cae, si este es más pequeño.
Todos estos libros se encuentran cuidados en estanterías de hierro. Están perfectamente alineados por tamaño, como he mencionado más arriba, pero sobre todo bien limpios, y es que el polvo de estas piezas se limpia con sumo cuidado. Quizás bastaría con soplar un poco sobre ellos, pero la acidez, la respiración o el tacto humano puede hacer que alguno de ellos se vea seriamente perjudicado.
Contaros también que los cuentos infantiles se guardan en su sede de Alcalá de Henares, un pueblo al noreste de Madrid, aunque en la Biblioteca Nacional están los cuentos de calleja, metidos en una pequeña lata un poco más pequeña que una baraja de cartas.
Si queréis vivir esta experiencia, podéis hacerlo a través de las distintas visitas guiadas que se organizan. La general, bien individual o en grupo; la destinada a estudiantes de primaria, secundaria y/o bachillerato; las especializadas (sujetas a disponibilidad del centro) y las jornadas de puertas abiertas, en las que además se da acceso a espacios restringidos normalmente. También tenéis la oportunidad de participar en algunos de los talleres infantiles que la Biblioteca Nacional programa cada fin de semana para el público general o para el sector más infantil.
