Camping Els Roures, un refugio familiar

Estas Navidades hemos pasado unos días en el Camping Els Roures, un lugar de primera categoría que se encuentra en Sant Pau de Segúries, en pleno Valle de Camprodón. Su nombre viene del robledal centenario en el que se construyó. Es un lugar ideal para viajar en familia, para una escapada de fin de semana o una estancia más larga. Las excursiones y actividades no se acaban. Y lo mejor el contacto con la naturaleza durante todo el día.

El Camping Els Roures que tiene también una parte de hostal, con apartamentos de estilo nórdico, unos preciosos bungalows de madera y un pequeño pero romántico spa, está 100% orientado a las familias. Todas sus instalaciones, todas sus actividades, sus servicios, su personal. Os encantará.

Tenéis la opción de alojaros en parcelas de 70 a 120 m2, bungalows de madera (los más bonitos que he visto yo en mi vida), mobil-homes, o en el hostal con habitaciones dobles, triples y familiares. Todo está muy nuevo porque siempre están haciendo mejoras. De hecho próximamente, nos explicaron que tienen previsto ¡cabañas en los árboles! Qué chulada. Me hicieron una visita guiada por los nuevísimos apartamentos de estilo nórdico que son también muy recomendables si no sois 100% de alma campistas o no os convencen los bungalows.

Debo confesar que yo si tengo alma campista. Con mis padres fui de camping desde los 2 hasta los 12 años. Recuerdo esos años como los mejores de mi infancia. Todo el día correteando con mi panda de amigos y en la montaña, libre, en contacto con la naturaleza.

Al Camping Els Roures fuimos con un grupo de amigos. Todos con hijos. Estuvimos en tres bungalows. De ellos, algunos están recién construidos desde el verano pasado. Son preciosas casitas de madera abuhardilladas. Un sueño para los peques.

En el Camping siempre están pensando en actividades para los niños ya que los propietarios también tienen hijas pequeñas que pasan sus fines de semana y vacaciones en el camping y que necesitan diversión continua. Como veis en las fotos Jorge disfrutó con sus amigos en la sala de juegos, en la que no falta de nada: internet, juguetes, billar, juegos recreativos, futbolín, cuentos… Ahí se realizan talleres continuamente. Por ejemplo, en los días de nuestra estancia los peques crearon un bonito mural de Navidad.

Arriba de la sala de juegos hay un gimnasio con sala de musculación para los papis y mamis y ¡un cine de verdad! Sí, sí… Con butacas, sonido envolvente, pantalla gigante y todo. Ideal para ver las mejores películas infantiles pero también los mejores partidos de fútbol, cuando se disputan.

Nosotros cenamos todas las noches en su Restaurante. Tienen dos. Uno que es una cueva que está construida en la base de la masía catalana del siglo XVIII, rústica y acogedora, con chimenea y grandes arcadas de piedra y con una carta muy recomendable para los amantes de la cocina catalana tradicional. Y otro, en el piso de arriba de la masía, más formal. Lo veis en las fotos, es un restaurante muy conocido en Camprodón por su elegancia y buena mesa.

Al ir en invierno no pudimos disfrutar de sus amplias piscinas (queremos volver en verano) pero sí de su Spa. Nos fuimos cuatro amigas a pasar un rato agradable charlando en sus aguas, camino de sensaciones, duchas con termoterapia, sauna, jacuzzi y lo mejor, las camas de piedra caliente, porque frío hacía un rato. Probé hasta el servicio de masajes y lo recomiendo totalmente. 55 minutos en los que me olvidé de todo.

Ese fin de semana, que hizo mucho frío, conocí lo que es la a bioenergía o energía de biomasa. El Camping Els Roures ha instalado dos centrales con este tipo de energía renovable limpia que procede del aprovechamiento de la materia orgánica. Durante la noche se cortó el suministro que se hace por combustión y los empleados del camping se desvivieron por atendernos a todos con calefactores para que nadie pasara frío. Fue toda una aventura y pudimos ver de cerca el servicio excelente y de calidad que ofrecen a sus clientes.

Por cierto, el camping tiene también diferentes zonas infantiles con tirolines, castillo hinchable, pasarelas, toboganes, columpios, areneros; Un supermercado abierto hasta tarde, algo que se agradece y una zona deportiva que reformarán próximamente, con cancha de baloncesto, pista de fútbol y petanca.

Siempre me fijo en los servicios para bebés y me encantó ver que tienen WC adecuados para ellos con bañeras y cambiadores para los más pequeñines. Del Camping no saldríais en todo el día pero es una pena perderse las múltiples excursiones posibles que pueden hacerse en la zona. Rutas de senderismo, en bicicleta, esquí (en la cercana estación de Vallter 2000), pesca, paseos a caballo o hasta salir a buscar bolets.

Nosotros nos decidimos por una escapada al Molló Parc, un parque de animales típicos de los pirineos. Hay desde una granja en la que los niños pueden tocar y dar de comer a los animales, hasta osos, lobos y una zona de picnic maravillosa, junto a un río, con columpios y todo para pasar un día entero en medio de la naturaleza. Nos hizo muchísimo frío pero en primavera tiene que asemejarse al paraíso.

También fuimos a visitar alguno de los pueblos cercanos, preciosos, como Setcases, Beget y Camprodón, en los que por cierto, se come de maravilla. Cerca quedan también el Valle de Núria (con su famoso cremallera), Olot y la fascinante área volcánica de la Fageda d’en Jordà que nos reservamos para la próxima excursión. Aprovechamos y tras nuestra parada en Setcases fuimos a montar en poni que suele ser un éxito entre los niños.

Y nos sólo eso, en Camprodón practicamos el Geocatching ¿Sabéis que es? Mediante una app hay que ir buscando tesoros por los pueblos y ciudades. Los peques ya son unos expertos y en Camprodón encontraron los tres que había escondidos.

Estoy convencida de que volveremos porque hay que disfrutar del Camping els Roures y sus alrededores en todas las estaciones del año.