El peor equipo del mundo (Next Goal Wins), dirigida por Taika Waititi, cuenta la historia del equipo de fútbol de Samoa Americana, que sufrió la peor derrota nunca vista en la Copa Mundial, al perder ante Australia 31-0 en 2001. Tras esta humillación, y trece años más tarde, lo volverían a intentar. Para ello, el equipo recluta a un inconformista entrenador que está pasando una mala racha para ayudarles a cambiar su destino. La película se basa en el documental del mismo título dirigido por Mike Brett y Steve Jamison estrenado en 2014.
Michael Fassbender, en un registro poco habitual, da vida a dicho entrenador. El actor alemán llevaba años con la idea de protagonizar una comedia. «Llevo años intentando hacer comedia. Nadie quería contratarme y Taika aceptó tirar los dados. Como cinéfilo, me encanta ver comedias, especialmente cuando se trata de historias humanas reales. Puedes impactar y tocar la sensibilidad profunda de las personas dentro de este género, porque cuando la gente se ríe, baja la guardia y están más dispuestos a emprender un viaje. Esta película fue la oportunidad perfecta. Taika es un maestro en este ámbito. La oportunidad de trabajar con él ha sido muy emocionante para mí, y sobre todo descubrir el material original del que partía», indicaba Fassbender en una entrevista publicada en el portal Collider.
Taika Waititi, director neozelandés, irrumpió en el panorama internacional con el falso documental Lo que hacemos en las sombras (2014). A partir de entonces comenzó a llamar la atención a los grandes estudios. En Disney le ofrecieron la oportunidad de formar parte del equipo de la serie The Mandalorian, además de dirigir Thor: Ragnarok (2017) y Thor: Love and thunder (2022) para Marvel Studios. Con El peor equipo del mundo se aleja de las grandes superproducciones, ofreciendo una cinta de corte familiar repleta de buenas intenciones.
En el fondo, su nuevo filme no presenta ninguna novedad. Los espectadores tendrán la sensación de haber visto ya esta misma historia. Se trata del típico relato de superación, en el que un personaje, en el peor momento de su vida, se ve obligado a reinventarse. Sin ir más lejos, la premisa de la que parte no es muy diferente a la que planteaba Javier Fesser en Campeones (2018).
Asimismo, el guion presenta la fórmula siempre eficaz del “pez fuera del agua”. Es decir, situar a un personaje en un entorno que le es ajeno. Ese choque da lugar a numerosas escenas surrealistas, algunas más eficaces que otras, y también a un viaje interno emocional. Nada volverá a ser igual para un entrenador cascarrabias como él. En Samoa Americana hallará un nuevo mundo donde refugiarse y crecer.
En este sentido, Waititi presenta una cinta muy tradicional, con humor amable, y sin entrar en otros disparates a los que tenía acostumbrado al público. Se ríe de la idiosincrasia cultural de un país que va a su ritmo, siempre dentro de los parámetros de la amabilidad. No es notable, pero sí muy simpática. Una pequeña gran película motivacional para estas fechas navideñas.
En el siguiente enlace podréis ver su tráiler.
