Por mucho que nos empeñemos, los museos clásicos suelen aburrir a los peques de la familia. Sin embargo, no hay renunciar a esta fuente de conocimiento. Lo ideal es elegir aquellos que tengan exposiciones y actividades para los niños. La interactividad es esencial en este sentido. Los niños disfrutan tocando, relacionándose físicamente con aquello que ven. Como sabemos que París es uno de los destinos predilectos de las Familias Activas, os traemos los museos más adecuados para ellos.
Mejores museos en París para niños
Museo de historia natural
¿Alguna vez te has preguntado por qué los dinosaurios generan tanto interés entre los peques? Por generación, en mi caso no lo puedo desligar de Jurasic Park, pero ellos están lejos de aquella fascinación. En realidad, me parece que bajo ese gusto, también el nuestro, están las ganas de saber de dónde venimos. Por esta razón, creo que el Museo de historia natural les encantará. Además de ver fósiles y esqueletos… que explican nuestros orígenes, hay instalaciones muy interesantes con las que podrán interactuar, como el carrusel de animales desaparecidos y en peligro de extinción. Podrán montar en este curioso tío vivo y sentirse en medio de la naturaleza
Museo de la música
La música es un universal cultural, es decir, una manifestación que se da en todas las culturas, probablemente se diera antes que la propia escritura. Esto significa que la música forma parte de la naturaleza humana, ¿no es increíble? Por ello, me parece una idea genial que toda la familia disfrute de los museos dedicados a esta disciplina allá donde vayamos. En este caso, en París encontraremos un templo de la música increíble, con piezas e instrumentos centenarios, así como música en directo en cada galería. De esta forma, veremos cómo piezas similares a las expuestas son capaces de producir una música extraordinaria.
Museo de Artes circenses de París
El Circo del Sol es la sublimación de lo que consideramos circo. A pesar del prestigio de esta compañía, es cierto que las artes circenses han sido despreciadas durante mucho tiempo, como si no exigieran sacrificios. La historia del circo es muy potente, ya que este daba espacio y una oportunidad para sobrevivir a personas que habrían encontrado dificultades serias para hacerlo de otro modo. Podemos pensar en las personas con problemas de crecimiento, mujeres con más vello del convencional, personas de etnias distintas a la blanca… Así el Museo de las artes circenses de París es una oportunidad preciosa para dialogar sobre diversidad, al tiempo que disfrutamos en carruseles y otras atracciones de feria en la que se disponían los circos.
Museo de artes y oficios
Cuando escuchas “artes y oficios”, ¿no os resulta antiguo? En realidad, esta disciplina podría muy bien englobar aquello que hay llamar innovación y desarrollo. En muchos casos, en las escuelas de artes y oficios se pensaron y diseñaron grandes inventos y tecnologías que hoy son completamente habituales. Daremos un paseo por aquellas innovaciones que incluso pueden estar en desuso, de forma que los peques aprenderán de un modo mucho más consciente que los muebles no vienen de Ikea, ni los aviones de los aeropuertos, siempre interactuando con instalaciones con las que experimentarán y explorarán su creatividad.
Ya lo sabéis, pero no puedo ocultar mi entusiasmo por los museos innovadores que tienen en cuenta a los peques, y que, además, les permiten tocar y manejar aquello que están viendo de una manera activa y no pasiva, como sucedía con los museos a los que nosotros íbamos cuando teníamos su edad. Por eso, os animo a que incluyáis estas visitas en vuestros viajes.