Dentro de los museos interactivos, el Parque de las Ciencias de Granada no solo fue pionero sino que sigue siendo referencia. Además de por sus exposiciones permanentes y de su espectacular planetario, destacan también sus actividades y exposiciones temporales. Una de las que más me ha llamado la atención para Familias Activas es “Play. Ciencia y Música“, esencialmente porque siempre me ha sorprendido el poder que tiene la música. Todas las artes son transformadoras, pero ninguna llega tan directamente como la música, ¿por qué será?
Ciencia y música: tocar la ciencia, comprender la música
Uno de los primeros recursos didácticos es la música. Aprendemos a contar, a diferenciar los colores, las letras… con canciones. Un método de aprendizaje que se usa justo en ese momento donde los peques aún adoran ir al colegio, ¿qué tiene la música que nos hace entender el mundo mejor? ¿por qué necesitamos jugar con el sonido para expresarnos? ¿por qué la música es percibida como música y no como ruido? Gracias a esta exposición, encontraremos respuestas y no de una manera pasiva, sino interactuando con el material expuesto en los 1800 metros cuadrados que recorreremos y de sus diferentes salones, ¿quieres saber los que más nos han gustando?
Experiencia inmersiva en la cueva sonora
Es una experiencia muy divertida y muy curiosa. Se nos conecta a una serie de sensores que detectan nuestro movimiento. Y estos movimientos se traducirán en música y en imágenes. La sensación de convertir un baile, por ejemplo, en una canción o un vídeo es increíble. Estamos acostumbrados a que suceda lo contrario, así que ver cómo esto ocurre y en tiempo real no tiene precio.
Música y ciencia
Este salón está dedicado a contestar esas preguntas que tanto nos intriga, ¿por qué necesitamos la compañía de la música? No importan en qué cultura estemos, los medios tecnológicos de los que se dispongan, ni la época histórica a la que nos remontemos… Si nos fijamos bien, la música podría muy bien considerarse lo que la sociología y antropología llama “universal cultural”, es decir, un elemento que sea en la forma que sea, está presente en todas las culturas.
Encontraremos una serie de instalaciones interactivas que nos ayudarán a entender los principios físicos, neurológicos, cognitivos o ambientales que explican este fenómeno. Entre ellos, tenemos la Sonic Chair, una butaca multimedia colocada en el centro de la emisión, con el objetivo de que escuchemos desde ahí la banda sonora que hayamos elegido
Tocando ciencia
La actividad anterior se complementa con esta, ya que está dedicada a la comprensión de la onda sonora. Gracias a las experiencias interactivas, entenderemos las leyes y teorías que explican la propagación del sonido, así como sus cualidades: tono timbre e intensidad.
En este caso, también han dispuesto instalaciones adaptadas a personas con audición o visión baja.
Taller de guitarrería
¿Conoces el chiste ese del padre que le pregunta a la hija de dónde vienen los huevos y la chica responde “de la nevera”? Pues algo así suele suceder con los instrumentos musicales. Conocemos muchos, pero no sabemos el genio y trabajo que hay detrás de su construcción. Para solventar esta carencia, la exposición ha incluido la presencia de un artesano guitarrero que, además, nos explica el origen de este instrumento a lo largo de la historia. Por supuesto, podremos contemplar la evolución de este instrumento, ya que se muestran ejemplares de diferentes épocas.
Laboratorio sonoro
Entraremos en una sala con una batería eléctrica, un chelo, un violín, una guitarra y un piano. Las familias podremos experimentar con estos instrumentos, ver qué sabemos sacar de ellos y comprobar qué relación tenemos con la creación musical. Incluso, se incorpora una instalación virtual donde actuaremos como directores de orquesta.
Si creo en la magia, es porque existe la música. No mueve trenes, pero nos conmueve. Puede hacernos sonreír y llorar. Concienciarnos de problema social. Curar nuestras heridas. Por eso, me parece una idea estupenda intentar comprender cómo funciona, ¿no te parece?