Al contrario de lo que suele ocurrir con el universo Marvel, su compañía rival, DC Cómics, cuenta con muy mala prensa en los medios de comunicación, aspecto que se traslada irrefrenablemente a los seguidores del subgénero de superhéroes. Gusten o no sus películas, la serie iniciada por Zack Snyder con “El hombre de acero”(2013), poco a poco comienza a abrirse un hueco entre las propuestas comerciales de cada temporada.
Si bien parece que en DC, les funcionen mucho mejor las películas individuales de cada uno de sus personajes, de nuevo vuelven a apuntar en el sentido correcto tras la denostada “La Liga de la Justicia”(2017). Al parecer el camino allanado por “Wonder Woman”(2017) logra que una aventura de estas características contenga la suficiente credibilidad para convertirse en un éxito.
Aquaman es uno de esos secundarios que realmente nunca destacaron. Ya su simple traslación a la pantalla grande y en imagen real podría provocar toda clase de prejuicios. Y es que ver a un individuo enfundado en mallas, cabalgando a lomos de un caballito de mar, no era, de entrada, algo a tener en cuenta con mediana seriedad.
Warner, de manera muy inteligente, ha dejado en manos de James Wan un proyecto que camina peligrosamente entre lo hortera y lo épico. El director malayo, que ya ha dado más de una alegría al estudio con su serie paranormal de la familia Warren y derivados, consigue realizar lo imposible: una cinta que apela a la gran aventura, con escenas realmente vibrantes.
La historia es un batiburrillo de leyendas, mitologías y objetos mágicos que funciona a las mil maravillas, sobre todo, especialmente, en esa búsqueda del tridente al más puro estilo “Indiana Jones and the fate of Atlantis”. Wan explora el universo de Aquaman con maravillosas secuencias como la del mundo intraterreno o el monumental ataque de las criaturas subdesarrolladas de los mares oscuros.
Todo gira al servicio de Jason Momoa, que al fin parece encontrar un hueco como protagonista entre las franquicias actuales. Junto a él se suma un sorprendente villano como el de Patrick Wilson, la veteranía de Willem Dafoe y Nicole Kidman, y la belleza exótica de Amber Heard (brutal, por cierto, en la persecución sobre los tejados de Sicilia).
Y mención aparte su excelente banda sonora realizada por Rupert Gregson-Williams, uno de los acólitos de Hans Zimmer. Su composición cuenta con pasajes superlativos, especialmente aquellos en los que usa motivos que parecen sacados de Daft Punk o Vangelis. Un estupendo subrayado emocional de las poderosas imágenes del reino de Atlantis.
Puedes ver el tráiler pinchando en el siguiente enlace.