Si estás planeando una escapada con niños y aún no sabes hacia qué punto de la geografía española dirigirte, desde Familias Activas te recomendamos con los ojos cerrados Santillana del mar, a tan solo media hora de Santander (Cantabria). Los mayores se quedarán impresionados por sus verdes paisajes, mientras que los pequeños disfrutarán desde que se despierten hasta que se acuesten con la cantidad de actividades que esta localidad y sus alrededores les tienen preparados. ¿Te apuntas a nuestro plan? ¡No te arrepentirás!
Santillana del mar, un destino ideal para ir con niños
‘¿Vamos a un sitio con playa, mami?’. Esta fue la primera pregunta que me hizo mi hija toda ilusionada cuando le informé a ella y a su hermana que íbamos a hacernos 400 kilómetros para visitar un sitio único. Y, claro, cuando mi respuesta fue un no, ella se quedó un poco cabizbaja, y ahí fue cuando tuve que explicarle que Santillana de mar es la localidad de las tres mentiras porque ni es santa, ni es llana, ni tiene mar.
No entendió mucho lo que le decía, pero felizmente esperó a que llegásemos a nuestro destino porque ya le avisé que sería un viaje inolvidable desde el primer día. Y es que fueron tantos los sitios que visitamos que, en el camino de vuelta, estuvo todo el rato enumerándolos.
Nuestra primera parada, como no podía ser de otra manera, fueron las cuevas del Altamaria. No entramos a ver la original (no es imposible, pero sí un poco difícil ya que se realiza por sorteo), pero sí pudimos acceder a la neocueva y hacernos una idea de cómo era la vida en el Paleolítico, y es que se trata de una réplica exacta a la original.
También pudimos visitar el museo que explica la forma de vida de los hombres y mujeres de esa época. ¡Es increíble imaginar cómo fue la vida miles de años atrás! “Parecía que las rocas bramaban. Allí, en rojo y negro, amontonados, lustrosos por las filtraciones del agua, estaban los bisontes, enfurecidos o en reposo. Un temblor milenario estremecía la sala. Era como el primer chiquero español, abarrotado de reses bravas pugnando por salir. Ni vaqueros ni mayorales se veían por los muros. Mugían solas, barbadas y terribles bajo aquella oscuridad de siglos. Abandoné la cueva cargado de ángeles, que solté ya en la luz, viéndolos remontarse entre la lluvia, rabiosas las pupilas… “, escribió en su día Rafael Alberti, un texto que se puede leer la neocueva.
Otro lugar que a los niños les encanta visitar es el zoo de Santillana de mar, con una cuidada selección de animales en la que destacan los pequeños primates y aves exóticas, el mariposario, y especialmente el Parque Cuaternario, con las especies de animales pintadas por el hombre de Altamaria.
Y siguiendo con animales y naturaleza, te recomiendo que deis un paseo a caballo o a pony con La Robleda, situado antes de llegar a Zoo y al lado del restaurate El Bisonte Rojo, por cierto muy recomedable para comer o cenar por su calidad, su trato y la atención. Además, para los niños tiene menú infantil y una zona de juegos fantástica.
Te invito también a que deis un paseo por Santillana del mar a la caída del sol, cuando la mayoría de visitantes han abandonado el lugar dirección a sus casas, y te dejes perder por sus calles empinadas y empedradas y, por qué no, degustes algunos de los productos típicos de la zona como las quesadas, los sobaos o las anchoas.
Y, aunque esta localidad cántabra esté rodeada de montañas y no tenga mar, sí que está muy cerquita de otros pueblos con unas playas magníficas, como Suances, Comillas o San Vicente de la Barquera.
¿A que te están entrando ganas de hacer la maleta? ¡Normal! Por cierto, si buscais hotel o apartahotel, la oferta es inmensa. Si, por el contrario, preferís casa rural, ¡sin duda te recomiendo Villa Sampedri, a las afueras del pueblo y escoltada por un manso ganado que os dará los buenos días cada mañana, o Casa Milagros, una vaquería que alquila habitaciones para familias!
