¿Por qué no hay una igualdad absoluta entre géneros? ¿Por qué a menudo las mujeres parecen ciudadanos de segunda clase? Son algunas de las preguntas a las que intenta dar respuesta esta obra basada en el cuento homónimo de Raquel Díaz Guerrera (ya va por 13 ediciones, está traducido a 4 idiomas y es un apoyo incondicional en las aulas a los maestros y maestras, que lo utilizan año tras año en sus clases para la asignatura pendiente de coeducación).
Como ella misma explica, escribió ¿Hay algo más aburrido que ser una princesa rosa? a raíz del deseo de su hija de ser una princesa rosa. “A mí me parecía sorprendente, tal vez porque yo nunca quise serlo, y porque pensaba que las cosas habían cambiado, que los referentes femeninos eran otros que los que existían cuando yo era una niña. Yo le preguntaba ¿por qué?, ¿qué hacen las princesas rosas?, ¿quieren besar sapos?, ¿esperar a un príncipe azul?, ¿ir siempre subida en unos tacones y caminar con pasitos pequeños?, ¿que te rescaten de una torre en la que vives encerrada..?, ¡qué horror! ¿No es mucho mejor salir a buscar aventuras? ¡Tal vez las princesas rosas quieren ser niñas, simplemente niñas y hacer todas las cosas que puede hacer una niña! Como era una conversación recurrente entre mi hija y yo, un día me decidí a escribirla dotándola de la estructura de un cuento”.
La historia de Carlota
¿Hay algo más aburrido que ser una princesa rosa? cuenta la historia de Carlota, una niña que sueña con ser niña y hacer todo lo que corresponde a su edad, pero como no puede porque es una princesa, se revela contra la imposición social. Aunque a priori por el título se pueda pensar que se trata de una obra más destinada para niñas que para niños, en ¿Hay algo más aburrido que ser una princesa rosa? se pone de manifiesto que ellos también tienen roles muy encasillados, como ocurre con el personaje del Rey (de sangre azul, por supuesto). “Trato de que ellos vean que las niñas no son más delicadas, ni más frágiles que ellos, que también tienen sueños, son emprendedoras y no necesitan a un príncipe azul. Por suerte ellos, en la vida real, no tienen un estereotipo tan marcado, no quieren ser príncipes azules, aunque también llevan su carga, por ejemplo, ‘los chicos no lloran’ o ‘eres un machote’”, comenta Raquel.
Uno de los grandes atractivos de ¿Hay algo más aburrido que ser una princesa rosa? es que, como dice Paco Mir, su director de escena, “el público tiene una función muy importante en esta obra: son consejeros reales, una ocupación que les llevará a tener que votar constantemente”. De esta manera, los espectadores se convierten casi en un personaje más, dotanto al espectáculo de una gran interactividad. Y es que como concluye Paco Mir el teatro es una experiencia que debemos vivir para distraernos, divertirnos, ilustrarnos y hacernos reflexionar y ¿Hay algo más aburrido que una princesa? tiene todo esto y más.
Si no te quieres perder esta obra, apunta las fechas y las ciudades por las que pasará en las próximas semanas 8 de abril Sant Vicenç Castellet (Barcelona), 15 de abril Tortosa (Tarragona), 22 de abril Vila-rodona (Tarragona), 6 de mayo Alcalá de Henares (Madrid) y 20 de mayo Tiana (Barcelona),