Algunas veces (por no decir muchas veces) nos fijamos demasiado en las virtudes que tienen los demás y nos olvidamos de apreciar las nuestras propias. Todos tenemos algún superpoder, alguna cualidad que nos hace únicos, un talento que nos permite destacar y, a la vez, complementarnos y encajar con los que nos rodean.
Con esta idea de tratar de que cada niño y cada niña descubra e identifique esa particularidad que le caracteriza surge El Gran Libro de los Superpoderes (Editorial Flamboyant), un libro- cuenta Susanna Isern, autora del mismo- con pequeñas y llamativas historias, increíblemente atractivo a nivel visual y que ayuda a favorecer el autoconocimiento y mejorar la autoestima del que lo lee o del que lo escucha. Y eso gracias al arte narrativo de la propia escritora y, también, a las sencillas, pero potentes ilustraciones de Rocío Bonilla.
Contar historias, la creatividad, el baile, las matemáticas, la lectura, la agilidad, el optimismo, la valentía, la música, el humor, la atención, la curiosidad, la paciencia, la memoria, la organización, la cocina, la adaptación, la perseverancia… Todos estos superpoderes aparecen en este mágico cuento a través de las historias de Alberto, Marina, Nora, Elena, Carlos o Daniel. Puede que entre ellos esté eso que a tu hijo le hace ser increíble para los demás, pero también puede ser que tengáis que buscar dentro de vosotros para dar con aquel don que solo él posee. ¿Os atrevéis a investigar como han hecho otros niños?
Cómo contar El Gran Libro de los Superpoderes
Cuando te dispongas a leer El Gran Libro de los Superpoderes con tus pequeños, te proponemos un juego para que ese momento sea aún más divertido y se convierta en una experiencia enriquecedora para todos (¡a mí me ha funcionado con mis hijas y mis sobrinos estas pasadas vacaciones!).
Empieza narrando las primeras historias – hay un total de 17 – y cuando ya lleves tres o cuatro y entiendan un poco la estructura de las mismas, rétales a que sean ellos quienes adivinen el talento del protagonista según lo que tú les vas contando. También puedes, para captar su atención por más tiempo, cambiar el nombre de algunos de los personajes por otros más familiares para ellos, como el de su mejor amigo, su compañero de colegio, su primo, el vecino de la urbanización…
Al terminar, además de realizar la actividad que la autora lanza en las dos últimas páginas del cuento sobre hacer una lista con el superpoder de cada uno, ¿por qué pedirles que realicen un dibujo de ellos mismos donde se destaque esa cualidad que les hace especiales? Pero no solo los más pequeños, los mayores también podéis pensar, averiguar y plasmar en un folio en blanco esa virtud que os convierte en seres humanos únicos y diferentes. ¡Pasaréis un rato inolvidable todos juntos, palabrita de Familias Activas!