Bienvenidos a la nueva temporada de la célebre Copa Pistón, una de las más reñidas de los últimos años. En esta ocasión, Rayo McQueen, vencedor en siete ocasiones consecutivas, se las tendrá que ver con Jackson Storm, un arrogante corredor que utiliza las nuevas tecnologías para vencer a sus contrincantes.
Esta es la premisa de la que parte CARS 3, la película que continúa las aventuras de Rayo y sus amigos, estrenada por Disney/Pixar en este verano. Un título dirigido por Brian Fee, el que fuera animador gráfico de sus predecesoras, con un estilo que regresa a la senda del primer título de la franquicia.
Desde Pixar han sido conscientes de la mala recepción que tuvo la segunda, cuyo argumento, ambientado en una trama de espionaje internacional, no terminó de convencer a los seguidores de estas producciones animadas.
Todo en Cars 3 recuerda a la primera vez que conocimos a estos personajes, aunque muchos de ellos se sitúan en segundo plano para dar paso a nuevas presentaciones. La más destacada es Cruz Ramírez, la entrenadora hispana de McQueen, con la que tendrá no menos encontronazos al principio de la historia. Ramírez se ha visto obligada a dedicarse a la formación de otros corredores, ya que, en el pasado, tuvo que retirarse de las pistas de competición por culpa de su inseguridad. Superados los primeros problemas, ella y el protagonista entablaran una bonita amistad, donde la superación será una de sus mejores motivaciones.
La película nos devuelve también a las conocidas localizaciones de Radiador Springs. Una localidad, apartada de todo, donde nuestro héroe puede recuperarse de sus fracasos y heridas, tanto físicas como personales. Hogar de otros personajes como Sally, su novia, y Mate, el camión remolque que es su mejor amigo. Es aquí donde impera el recuerdo de Doc Hudson, el legendario ex corredor de la Copa Pistón ya desaparecido, que en la película original contaba con la voz del añorado Paul Newman.
Cars 3, sin aportar excesivas novedades al panorama de la animación de este año, acierta por el simple hecho de regresar a los mismos lugares que salieron de la imaginación de John Lasseter. El director creativo de Pixar reconoce que se le ocurrió la idea cuando viajaba por las carreteras secundarias de la América profunda. Un entorno donde vio la posibilidad de que un héroe caído se refugiase para luego volver a surgir de sus cenizas.
Por su parte, la nueva historia entronca directamente con los valores habituales de Disney: la determinación, el compañerismo y la amistad. Todo mostrado con una magistral animación generada por ordenador, logrando que nos introduzcamos en primera persona en las emocionantes competiciones. Los fondos y panorámicas de los entornos puramente norteamericanos también están muy presentes. La cinta tiene aroma a asfalto y al espíritu genuinamente del Medio Oeste.
Una propuesta familiar cuyo tráiler lo podéis ver en el siguiente enlace.